sábado, 3 de noviembre de 2012

¿Se ha ralentizado la innovación tecnológica en las últimas décadas?


A menudo parece que en la actualidad, en la era de los smartphones y de Internet, tecnológicamente hablando, estemos disfrutando de una edad de oro. Pero según nuevos análisis, esta opinión podría estar equivocada: lejos de encontrarnos en el nirvana tecnológico, podríamos estar inmersos en una era de estancamiento en relación a los descubrimientos científicos e innovaciones tecnológicas. Esa es, al menos, la controvertida opinión de diversos economistas, científicos y tecnólogos de todo el planeta.



Durante la mayor parte de la historia reciente de la humanidad, y sobre todo desde la invención de la máquina de vapor hasta finales de 1960 el progreso tecnológico ha seguido una evolución implacable. El cénit del optimismo sobre el futuro de la tecnología posiblemente se alcanzó cuando el hombre pisó la Luna en 1969, la gente creía en un progreso tecnológico sin precedentes. Pero con la excepción de la industria de los ordenadores y las nuevas tecnologías, parece que ésa no ha sido la tendencia en las últimas décadas. El progreso tecnológico acelerado podría estar ralentizándose o estancándose de forma peligrosa. Los avances tecnológicos son cada vez menos decisivos y generan menos empleos.

¿El gran estancamiento?

Tyler Cowen, es uno de los principales exponentes de esa corriente de opinión, Cowen es uno de los economistas más prolíficos de Estados Unidos y hace unos meses publicó su libro "The Great Stagnation (El gran estancamiento)".  La tesis central de The Great Stagnation es que el crecimiento de los países ricos se ha desacelerado en las últimas décadas y no debido a cambios de gobierno o a decisiones políticas. El autor usa una expresión habitual en el idioma inglés, “low-hanging fruit” (fruta fácil de recoger), para describir las causas que propiciaron en el pasado el crecimiento acelerado. En concreto se refiere en primer lugar a los combustibles fósiles y la tierra no ocupada y disponible que pudo aprovecharse sin excesivo costo, en segundo lugar a la educación de las masas, lo que supuso que millones de personas al aumentar su nivel educativo saliesen de la vida rural hacia fábricas y laboratorios científicos altamente productivos, permitiendo obtener grandes ganancias en un proceso relativamente barato. Y tercero, que la era de grandes innovaciones donde vimos la aparición de tecnologías como la electricidad, la radio, televisión, la luz eléctrica o los automóviles baratos, está estacionándose en un punto donde las mejoras son incrementales y no tan dramáticas. 



Ahora ese proceso de rápidos avances aunados a creación de empleos se ha trasladado al mundo en vías de desarrollo. Estos países son los que ahora están cosechando los logros fáciles (low-hanging fruit). Se trata de los avances tecnológicos antiguos pero factibles y que, sobre todo, le dan el pan a millones de personas. Las economías principales del planeta han estado aprovechando hasta la década de los 70 estas frutas fáciles, pero ahora no pueden mantener ese ritmo de crecimiento. Cowen estima que las ganancias de dos siglos de rápida innovación tecnológica están en gran medida agotadas, y que los nuevos descubrimientos no tienen la misma calidad revolucionaria. 



Para ilustrar su punto, Cowen dice que su abuela, nacida a fines del siglo XIX, vio enormes cambios en su vida: la llegada de la electricidad, el inodoro, el agua caliente, el gas, el automóvil, la radio, la televisión, las vacunas. El mundo cambió y mejoró de forma excepcional. En cambio él, nacido a principios de los años 60, ha visto comparativamente pocos cambios tecnológicos desde su infancia: la cocina de su casa es más moderna, pero fundamentalmente similar a la de cuando era niño, y su coche es una versión más moderna del mismo coche que conducía su padre (están mejorando lentamente, pero no tan rápido como era la mejora entre el coche respecto al caballo). Incluso muchos aviones 747 construidos hace 40 años aún siguen volando y no es que no haya habido mejoras en la tecnología de propulsión a chorro, pero se trata de pequeñas variaciones sobre un avance ya antiguo. Cowen también menciona el ejemplo del Concorde. Se trata de una tecnología claramente superior pero que no logró imponerse sobre alternativas menos rápidas, lo que corre en sentido contrario a nuestra creencia ingenua en el progreso: en este caso, la tecnología superior nunca se abarató y no logró conquistar el mercado.



La única excepción es la irrupción de internet, que es un salto tecnológico significativo pero, por ahora, ha sido más que nada una herramienta prácticamente gratuita que ha afectado poco la matriz productiva de la economía y ha creado poco empleo comparado con las revoluciones industriales anteriores. Internet, mejora mucho nuestras vidas, pero no afecta por el momento demasiado al PIB. En términos de ingresos y puestos de trabajo, Internet no ha añadido tanto valor como la mayoría de la gente piensa. Las “tecnológicas” estadounidenses más novedosas (Facebook, Google, Apple, etc.) no llegan a emplear ni a 50.000 personas, Facebook sirve a 500 millones clientes con una plantilla de 2.000. Compárese con el Detroit de las Big Three y sus millones de empleados.




Pero Cowen no es el único que ha lanzado la voz de alarma en relación a la posible ralentización de la evolución tecnológica en nuestra sociedad.

Bastantes intelectuales y tecnólogos alertan sobre esta situación argumentando que si miramos hacia el pasado y nos fijamos en la primera mitad del siglo XX veremos que fue una época extraordinariamente fructífera para la evolución científica y tecnológica, por ejemplo, sin ánimo de ser exhaustivo podemos citar la Teoría de la Relatividad, la mecánica cuántica, la fisión y fusión nuclear, las observaciones sobre la estructura del Cosmos, la penicilina, la insulina, el ADN, los neurotransmisores, la estructura de los cromosomas, etc... decenas de inventos y hallazgos. Si se compara con lo desarrollado a partir de los años 70's del siglo XX observamos una ralentización importante en la amplitud de los desarrollos científicos "de ruptura", la mayoría son solo de mejoras respecto a inventos anteriores. Las mejoras más grandes imaginables en las condiciones de vida humanas, como el tener un cuarto de baño en casa o el poder dar a un grifo y que salga agua, o no tener que pasar el día limpiando las calles de excremento, son avances que ya se han producido. Se aprecia una utilidad decreciente, cada vez cuesta más que aparezcan nuevas innovaciones que permitan dar ese “salto”, pese a que el esfuerzo investigador es continuo.

La velocidad de adopción de las tecnologías se está acelerando con el paso del tiempo (vía Asymco)



Por poner un ejemplo, Ben Goldacre en su libro Bad Science comenta que “La edad de oro de la medicina se ha frenado en seco... y el número de nuevos fármacos, o ‘nuevas entidades moleculares’, que se registran ha bajado desde cincuenta por año en la década de los 90 hasta aproximadamente veinte en la actualidad”.

Según Peter Thiel y Max Levchin, dos de los co-fundadores de PayPal, la innovación se encuentra en una situación crítica y se hacen necesarias empresas y corporaciones que impulsen un verdadero progreso, no sólo que fomenten el cambio frenético de una moda a otra.


"Me prometisteis colonias en Marte. En vez de eso, tengo Facebook"– Buzz Aldrin, astronauta

Según ellos los discursos famosos que una vez inspiraron a una generación sobre la exploración de la luna y el espacio hoy suenan a utopías del pasado. Nuestras expectativas han bajado ostensiblemente, hoy en día el programa espacial está en las últimas y nadie habla de aviones espaciales y vacaciones lunares y coches voladores como sí ocurría décadas atrás. A medida que avanza la tecnología, deberíamos estar moviéndonos más rápidamente, pero no es así, el Concorde está jubilado, y con su último vuelo en 2003, la velocidad máxima a la que la gente puede viajar ha dejado de mejorar.

Aunque la industria de las nuevas tecnologías está progresando de forma formidable, eso no siempre significa que lo hagan en áreas verdaderamente importantes y que impliquen un verdadero progreso para la sociedad, los procesadores de los ordenadores del Apollo eran menos sofisticados que los de un smartphone de hoy en día,  la paradoja es que hoy frecuentemente se usa todo ese potencial para jugar a Angry Birds.



Quizás acostumbrados al ruido mediático de cada nuevo smartphone estos planteamientos nos sorprendan, pero la realidad es que la aportación real a la evolución científico y tecnológica de ese tipo de dispositivos es bastante limitada, dados los enormes desafíos a escala mundial a que nos enfrentamos (agotamiento de los recursos, déficit energético, destrucción medio-ambiental, cambio climático, etc).

Tasa de innovación tecnológica

Siguiendo con más partidarios de la tésis del estancamiento tecnológico también hay que citar al físico Jonathan Huebner, según él la tasa de innovación tecnológica alcanzó su punto máximo hace un siglo y ha estado disminuyendo desde entonces.

El cambio tecnológico comenzó a estancarse después de la década de 1960. Las innovaciones  posteriores  según su opinión han sido sobre todo refinamientos de las tecnologías ya descubiertas, con mejoras incrementales cada vez más pequeñas con el tiempo (incluso Internet está construido a partir de la tecnología descubierta en los años 1950 y 1960). Huebner propone el enfoque de la innovación per cápita en el tiempo. Es decir, el número de importante desarrollos tecnológicos al año dividido por la población mundial. La siguiente imagen muestra la tasa de innovación desde el final de la Edad Media hasta la actualidad.


El número de desarrollos tecnológicos por año proviene de una lista de 8583 eventos importantes en la historia de la ciencia y la tecnología compilados por Bunch y Hellemans. Vemos que la tasa de innovación alcanzó su punto máximo en el siglo XIX y luego disminuyó a lo largo del siglo XX, incluso con mayores niveles de educación, los grandes adelantos de la ciencia y la invención de los ordenadores. Esto significa que era más difícil para la persona promedio desarrollar una nueva tecnología en el siglo XX que en XIX. La figura también indica una tendencia general a la disminución de las tasas de innovación en tiempos de guerra y mayores tasas de innovación en tiempos de paz. 

Críticas a la teoría del estancamiento tecnológico 

Una crítica que frecuentemente se le hace a Huebner es que su base de innovaciones seleccionadas es totalmente subjetiva. Por otra parte, otros estudiosos han elaborado conjuntos alternativos de innovaciones (Ray Kurzweil por ejemplo utiliza una compilación de 14 diferentes pensadores y obras de referencia) y muestran una clara tendencia a la aceleración no a la deceleración. Diversas métricas nos dicen que la tecnología se sigue desarrollando a un ritmo exponencial. La tan citada "Ley de Moore", por ejemplo, que preveía que la velocidad y capacidad de memoria se duplicase cada 18 meses por ahora ha resultado cierta, y no sólo para los semiconductores "la capacidad de unidad de disco, resolución de pantalla, y ancho de banda de la red," y posiblemente algoritmos de software y la programación también. Los avances en la secuenciación del genoma y de la maquinaria a nanoescala evolucionan también a un ritmo similar, al igual que la conectividad a Internet y ancho de banda de las telecomunicaciones.





Quienes defienden la teoría de que la tecnología se sigue desarrollando de forma exponencial en la actualidad también alegan que la innovación actualmente se está haciendo cada vez más en interdependencia con nuestras máquinas, sin dependencia exclusiva de los cerebros humanos. La innovación puede parecer que disminuye cuando su verdadero ritmo se acelera, porque a menudo se escapa de la percepción y las manos del hombre. En la actualidad el progreso lleva implícito un fase previa de procesos informáticos abstractos. Tomemos por ejemplo un coche moderno y pensemos en la cantidad de cálculos y procesamientos que requiere su construcción, desde la automatización de diseño, la cadena de suministro, etc. Todos esos cálculos y fases se han hecho de manera tan gradual y abstracta que ya no se ven o contabilizan como innovaciones. Por ejemplo, ¿cuántas pequeñas innovaciones han sido necesarias para construir un automóvil híbrido gasolina-eléctrico como el Prius de Toyota?. ¿Cuántas de las innovaciones del Prius fueron consecuencia directa de cálculos realizados por los sistemas tecnológicos implicados (programas CAD-CAM, infraestructuras, cadenas de suministro, etc) y cuántos son en cambio atribuibles a los cálculos de las mentes humanas individuales?

Muchos  de estos argumentos son expuestos por Peter Diamandis en una reciente charla TED en la que hace un planteamiento optimista respecto a nuestro futuro, un futuro en el que la capacidad de innovación e inventiva humana sería capaz de crear maneras de resolver los desafíos que se ciernen sobre nosotros.




Hace un tiempo en este mismo blog dediqué un par de entradas a las innovaciones tecnológicas que deberían producirse en el futuro más o menos cercano en campos tan dispares como la nanotecnología, las tecnologías de la información, la ciencia cognitiva, la robótica, la inteligencia artificial, la biotecnología, la salud, la innovación energética o la ciencia de los materiales. La mayoría se prevee que entren en periodo de madurez en un plazo no superior a los 15 años y si esos plazos se cumplen realmente deberíamos poner en perspectiva la idea del estancamiento tecnológico.

         


Conclusiones

Parece seguro decir que el programa espacial marcó un pico de capacidad de la humanidad en el transporte, que no han avanzado de manera tan impresionante en las décadas siguientes a la llegada a la Luna (de hecho desde 1972 ningún ser humano ha pisado la Luna). También estamos persuadidos por los argumentos que apuntan a la reciente falta de desarrollo farmacéutico notable, a pesar de los miles de millones de dólares en investigación invertidos en ella cada año. Combatir el cáncer y determinadas enfermedades se está convirtiendo en una tarea más dura de lo imaginado. Incluso los avances a la hora de descifrar el genoma humano y derivar ese conocimiento en aplicaciones útiles están resultando más lentos y complejos de lo que un día se pensaba.

También nos estamos encontrando con grandes obstáculos a la hora de encontrar alternativas a la dependencia humana de los combustibles fósiles (las soluciones de costo aceptable están siendo muy difíciles de alcanzar). Dado que el cambio climático es un problema real y urgente, y teniendo en cuenta que la causa principal del calentamiento global es el dióxido de carbono que se libera al quemar combustibles fósiles, necesitamos tecnologías de energía renovable o alternativas válidas que puedan competir en precio con el carbón, el gas natural y el petróleo. Por el momento, no existen.



En la otra dirección, tenemos la aparición de las nuevas tecnologías, Internet y todos dispositivos tecnológicos relacionados. En décadas anteriores, todo el conocimiento accesible vía Internet estaba simplemente fuera del alcance de la inmensa mayoría de la humanidad, pero esto se ha revertido dramáticamente en los últimos años. Internet es el mayor invento tecnológico de los últimos cincuenta años, y su implicación en nuestro futuro sólo está empezando a crecer sin que se le vean límites cercanos, posiblemente dentro de varias décadas veamos Internet como un invento de magnitudes similares a la electricidad. Sin ir más lejos hace sólo 15 años yo no habría podido escribir este post, ni manejar las estadísticas, ni acceder a información de diversas fuentes con la facilidad con la que lo he podido hacer. Algo similar podemos decir de los ordenadores que se han vuelto imprescindibles en nuestra vida y rutina diaria y más recientemente los smartphones. El cómo lo valoremos de cara a nuestro bienestar ya es una cuestión de criterios.



Muy posiblemente todas las partes tengan su cuota de razón, y posiblemente haya que discriminar qué áreas sí necesitarían un empuje tecnológico y cuáles en cambio evolucionan a buen ritmo en vez de hacer un diagnóstico general. Una cuestión en definitiva fascinante y sin una respuesta clara y definitiva.

domingo, 23 de septiembre de 2012

¿Cómo perjudica la desigualdad económica a las sociedades?

 "Si los estadounidenses quieren vivir 'El sueño Americano', deberían mudarse a Dinamarca"
Richard Wilkinson

¿Qué mejoraría más el bienestar promedio de un país desarrollado: potenciar su crecimiento económico (PIB) o reducir la brecha de ingresos entre los más ricos y los más pobres?. ¿Cuál es el efecto de las desigualdad de ingresos en una sociedad?

El investigador británico Richard Wilkinson, lleva décadas estudiando los efectos sociales de la desigualdad de ingresos y cómo las fuerzas sociales afectan a la salud de la población. Aunque durante siglos la mejor manera de mejorar la calidad de vida ha sido la de potenciar el crecimiento económico Wilkinson ha demostrado que ese crecimiento ha dejado de generar los beneficios sociales que aportaron en su día (y siguen aportando en los países más pobres), y es que el bienestar promedio de nuestras sociedades ya no depende del ingreso nacional (al menos a partir de un cierto nivel base). Su trabajo nos muestra la evidencia estadística de que entre los países desarrollados, las sociedades que son más igualitarias (con menor brecha de ingresos entre ricos y pobres) son más felices, más saludables y las que presentan mayor calidad de vida. 

Ésta es la charla que Wilkinson realizó para TED, en ella explica con sumo detalle cómo las desigualdades económicas afectan el desarrollo de las sociedades. Creo que merece la mayor difusión posible.




Puesto que alguien puede preferir el formato textual al vídeo, adjunto también la transcripción de la charla incluyendo además la gran mayoría de gráficos en los se apoya la exposición.

"Ya conocen la verdad de lo que voy a decir. Creo que la noción de que la desigualdad es divisiva y corrosiva socialmente es anterior a la Revolución Francesa. Lo que cambió fue que podemos ver la evidencia, comparar sociedades, más o menos iguales y ver lo que hace la desigualdad. Voy a mostrarles esa información y luego les explicaré por qué existen los nexos que voy a enseñarles.



Quiero comenzar con una paradoja. Esto muestra la expectativa de vida contra el PIB, en promedio, cuan ricos son los países. Y los países a la derecha como Noruega y Estados Unidos, son el doble de ricos que Israel, Grecia, Portugal a la izquierda. Y esto no afecta su expectativa de vida para nada. No hay una sugerencia de correlación allí. Pero si miramos dentro de nuestras sociedades, hay una cantidad extraordinaria de pendientes en salud atravesando la sociedad. Aquí, nuevamente, la expectativa de vida.



Estas son pequeñas regiones en Inglaterra y Gales, la más pobre a la derecha, la más rica a la izquierda. Una gran diferencia entre el pobre y el resto de nosotros. Aún las personas apenas por debajo de la cima tienen peor salud que las personas en la cima. Entonces el ingreso es significativamente importante. en nuestras sociedades, y nada entre ellas. La explicación de esa paradoja es que, en nuestras sociedades vemos al ingreso relativo o a la casta social, el estatus social, donde estamos relacionados unos con otros y el tamaño de las brechas entre nosotros. Y tan pronto se entiende esa idea inmediatamente deberíamos preguntarnos: ¿Qué sucede si ampliamos esas diferencias, o las suprimimos, y hacemos las diferencias en ingresos mayores o menores?

Y eso es lo que voy a enseñarles. No estoy utilizando información hipotética. Estoy tomando información de la ONU, la misma que tiene el Banco Mundial, de la escala de diferencias en ingresos en estos mercados desarrollados democráticos ricos. La medida que utilizamos, es cuánto más rico es el 20% superior que el 20% inferior en cada país.




Y se ve en los países más equitativos a la izquierda, Japón, Finlandia, Noruega, Suecia, el 20% superior es entre 3 y 4 veces y media más rico que el 20% inferior. Pero en el extremo más desigual, el Reino Unido, Estados Unidos y Singapur, las diferencias son el doble de grandes. En esta medida, somos el doble de desiguales que otros mercados democráticos exitosos.

Ahora, voy a mostrarles qué efecto tiene esto en nuestras sociedades. Recopilamos información acerca de problemas en las escalas sociales, el tipo de problemas más comunes en el fondo de la escala social. Información internacional comparable de esperanza de vida, en puntajes de los niños en matemáticas y alfabetización en la tasa de mortalidad infantil, tasa de homicidios, la proporción de la población en prisión, embarazos adolescentes, niveles de confianza, obesidad, enfermedades mentales; en la clasificación de diagnóstico estándar incluye dependencia de drogas y alcohol y ascenso social. 





Pusimos todo junto en un sólo índice. Todos con la misma relevancia. La ubicación de cada país se da por una especie de puntaje promedio. Y allí, se observa en relación a la medida de desigualdad que les mostré, que usaré una y otra vez para la información. A los países más desiguales les va peor en este tipo de problemas sociales. Es una correlación extraordinariamente estrecha. Pero si miramos el mismo índice de problemas sociales y de salud en relación al PIB per cápita, el ingreso bruto nacional, no hay nada allí, no hay correlación.




Estábamos un poco preocupados de que se pensara que habíamos elegido problemas para ajustar nuestro argumento y que solo habíamos fabricado la evidencia, así que también publicamos en el British Medical Journal acerca del índice de UNICEF de bienestar infantil. Tiene 40 componentes distintos armado por otras personas. Detalla si los niños conversan con sus padres, si tienen libros en casa, cual es la tasa de inmunización, si existe acoso escolar. Todo se incluye. 




Aquí está relacionado con esa misma medida de desigualdad. Los niños están peor en sociedades más desiguales. Una relación significativamente más alta. Pero una vez más, si se observa la medida del bienestar infantil en relación al ingreso por año por persona, no hay una relación. ni una sugerencia de una relación.




Lo que dice la información que les he enseñado es lo mismo. El bienestar promedio de nuestras sociedades ya no depende del ingreso nacional o del crecimiento económico. Eso es muy importante en países pobres, pero no el mundo desarrollado. Sin embargo, las diferencias entre nosotros y dónde nos ubicamos en relación con unos a otros ahora importan muchísimo. Voy a mostrarles algunas partes de nuestro índice. Aquí, por ejemplo, está la confianza. Es simplemente el porcentaje de la población que concuerda en que se puede confiar en las personas. Viene de las encuestas de World Values Survey. Si ven, en el extremo más desigual, acerca del 15% de la población sienten que pueden confiar en otros. Pero en sociedades más igualitarias, el porcentaje sube a 60% o 65%. Y si se mira la medida de participación en la vida comunitaria o capital social, hay relaciones muy similares estrechamente relacionadas con la desigualdad.




Puedo decir que hicimos este análisis 2 veces, Primero en estos países ricos y desarrollados, y luego de manera asilada como un banco de pruebas, lo repetimos en los 50 estados estadounidenses; haciendo la misma pregunta: ¿A los estados más desiguales les va peor en todos estos tipos de medidas? Sucede lo mismo. Básicamente encontramos que casi cualquier cosa relacionada con la confianza de manera global se relaciona con la confianza entre los 50 estados en ese banco de pruebas. No estamos hablando de una mera casualidad.




Estos son enfermedades mentales. La OMS confecciona índices utilizando las mismas entrevistas de diagnóstico con muestras aleatorias de la población que nos permite comparar la tasa de enfermedades mentales en cada sociedad. Este es el porcentaje de la población con alguna enfermedad mental en el último año. Y varía desde un 8% hasta 3 veces ese porcentaje; sociedades enteras con 5 veces más el nivel de enfermedades mentales que otras. Y nuevamente, muy relacionado a la desigualdad.




Este es el porcentaje de la población en prisión. Aquí hay una diferencia diez veces mayor, registrada en la escala de este lado. Pero aumenta de cerca de 40 a 400 personas en prisión La relación no es mayormente impulsada por más crímenes. En algunos casos, forma parte de esto. Pero en la mayoría de los casos se trata de sentencias punitivas, penas más duras. Y las sociedades más desiguales son también más propensas a retener la pena de muerte. Aquí tenemos niños que abandonan la escuela secundaria. Nuevamente, grandes diferencias. Extraordinariamente dañinas, si se habla de usar el talento de la población.

La movilidad social. Se trata de una medida de movilidad social basada en el ingreso. Fundamentalmente es como preguntar: ¿Los padres ricos tienen hijos ricos y los padres pobres tienen hijos pobres o acaso no hay una relación entre estos dos? 




Y en el extremo más dispar, el ingreso del padre es mucho más importante, en el Reino Unido, en Estados Unidos... Y en países Escandinavos, el ingreso del padre es mucho menos importante. Hay más movilidad social. Como nos gusta decir; y sé que hay muchos estadounidenses entre el público hoy, si los estadounidenses quieren vivir "El sueño Americano", deberían mudarse a Dinamarca.

Sólo les he mostrado algunas cosas en cursiva. Podría haberles enseñado otro número de problemas. Son todos problemas que suelen ser mucho más frecuentes en la parte inferior de la pendiente social. Pero hay un sinfín de problemas con las escalas sociales que son peores entre los países más desiguales, no sólo un poco peores. pero desde entre el doble de frecuente y 10 veces más frecuentes. Piensen en el gasto, el costo humano de eso.




Quiero volver al gráfico que les enseñé recién donde juntamos la información para demostrar 2 cosas. Una es que, gráfico tras gráfico, descubrimos que a los países que les va peor, sin importar su ingreso, parecen ser los más desiguales, y a los que les va bien suelen ser países nórdicos y Japón. Entonces lo que observamos es la disfunción social general relacionada a la desigualdad. Y no es sólo una de las dos cosas que están mal, es la mayoría.




Lo segundo muy importante que quiero mostrarles en este gráfico es que, si se mira la parte inferior, Suecia y Japón, son países muy distintos en muchos aspectos. El lugar de la mujer, cuan cerca se mantienen del núcleo familiar, están en polos opuestos en términos del mundo rico y desarrollado. Pero la otra diferencia muy importante es cómo logran su igualdad superior. Suecia tiene grandes diferencias en ganancias, y reduce esa brecha a través de impuestos, asistencia social general, grandes beneficencias y demás. Sin embargo Japón es un poco diferente. Comienza con diferencias mucho menores en ganancias antes de impuestos. Tiene impuestos más bajos. Tiene menor asistencia social. Y en nuestro análisis de los estados estadounidenses, descubrimos más o menos el mismo contraste. A algunos estados les va muy bien en cuanto a redistribución, otros estados tienen éxito porque tienen menores diferencias en ingresos antes de impuestos. Entonces concluimos que no importa cómo se llega a una mayor igualdad, siempre y cuando se llegue de alguna forma.

No estoy hablando de una igualdad perfecta, Hablo de lo que existe en mercados democráticos ricos y desarrollados. Otro factor sorprendente de esta imagen es que no son sólo los pobres quienes se ven afectados por la desigualdad. Hay algo de cierto en la frase de John Donne's "Ningún hombre es una isla." Y en una serie de estudios, es posible comparar cuan bien les va a las personas en países con más o menos desigualdad en cada nivel de la escala social. Este es sólo un ejemplo. La tasa de mortalidad infantil. Algunos suecos muy amablemente clasifican su mortalidad infantil según el registro británico de clasificación socio-económica general. Entonces anacrónicamente es una clasificación según la ocupación de los padres, entonces los padres solteros van por separado. Pero donde dice "clase social baja" se refiere al trabajo manual no especializado. Pasa a través del trabajo manual especializado de la clase media, luego el trabajo jerárquico no manual, hasta el trabajo profesional: doctores, abogados, directores en grandes empresas.




Aquí ven que a Suecia le va mejor que a Gran Bretaña en todas las escalas sociales. Las diferencias mayores están en lo más bajo de la sociedad. Pero aún en lo más alto, parece haber un pequeño beneficio en pertenecer a una sociedad con más igualdad. Lo demostramos en casi 5 piezas diferentes de información cubriendo resultados educativos y de salud en los Estados Unidos y mundialmente. Y parece ser la imagen generalizada, que una mayor igualdad hace una mayor diferencia abajo en la escala, pero también, tiene ciertos beneficios arriba en la escala.

Debería decirles algunas palabras acerca de lo que sucede. Siento que estoy observando y hablando acerca de los efectos psico-sociales de la desigualdad. Que tienen más que ver con emociones de superioridad o inferioridad de ser valorado o devaluado, respetado o no. Y por supuesto, estas emociones de la competencia de status en la que resulta lleva adelante el consumismo en nuestra sociedad. También lleva a un estado de inseguridad. Nos preocupa más cómo van a juzgarnos y vernos los demás si somos considerados atractivos, inteligentes, y ese tipo de cosas. Aumenta el prejuicio de evaluación social, el miedo a esos prejuicios.

Curiosamente, hay ciertos estudios paralelos sucediendo en psicología social: Alguien revisó 208 estudios diferentes en el que se había invitado a voluntarios a un laboratorio psico-social y se les habían medido las hormonas del estrés y su reacción ante situaciones de estrés. Y en la revisión lo que les interesaba observar era qué tipos de estrés suben de manera confiable los niveles de cortisol. la hormona de estrés principal. Y concluyeron que las tareas que involucraban amenazas de evaluación social; amenazas a la autoestima o al status social en las que otros podrían juzgar nuestro desempeño de manera negativa. Esos tipos de estrés tienen un efecto muy peculiar en la fisiología del estrés.

Se nos ha criticado. Por supuesto, hay personas a las que esto no les gusta y personas a quienes les sorprende. Pero debo decirles que cuando nos critican por elegir y filtrar datos, jamás elegimos ni filtramos información. Tenemos una norma absoluta, si nuestra fuente de información tiene datos de uno de los países que observamos, entonces se incluye en el análisis. Es nuestra fuente de información la que decide si esa información confiable o no, no nosotros. De lo contrario habría parcialidad.

¿Qué hay de los otros países? Hay 200 análisis de salud en relación a los ingresos y la igualdad en publicaciones revisadas por colegas. Esto no está confinado solo a estos países ocultando una demostración muy simple. Los mismos países tienen el mismo índice de desigualdad, problema tras problema. ¿Por qué no controlamos otros factores? Porque demostramos que el PIB per cápita no hace ninguna diferencia. Y por supuesto, otros tratando con métodos más sofisticados en el tema han medido la pobreza y la educación etcétera.

¿Qué hay de la causalidad? La correlación en sí misma no demuestra causalidad Pasamos un largo tiempo. Y sin dudas, las personas saben del nexo causal en algunos de estos resultados. El cambio grande de nuestra comprensión de los motores de la salud crónica en el mundo desarrollado y rico es la importancia de como el estrés crónico de fuentes sociales afecta el sistema inmune, el sistema cardiovascular. Por ejemplo, la razón la que la violencia sea más común en sociedades desiguales se da porque las personas están más propensas a ser despreciadas.




Diría que para lidiar con esto, debemos lidiar con las finanzas después de impuesto y las finanzas antes de impuestos. Debemos restringir los ingresos, el ingreso cultural ventajoso en la cima. Creo que debemos responsabilizar a nuestros jefes por sus empleados de cualquier manera que se pueda. Y creo que la moraleja para que se lleven a casa es que podemos mejorar la verdadera calidad de vida humana reduciendo las diferencias en ingresos entre nosotros. De pronto se podría manejar el bienestar psico-sociales de sociedades enteras, y eso es emocionante.

Gracias."

Fuentes: TED, EqualityTrust

domingo, 9 de septiembre de 2012

¿Se relaciona la prosperidad económica de un país con las cualidades que se inculcan en los niños?

Desde hace varias décadas el Instituto de Investigación Social de la Universidad de Michigan proporciona la denominada World Values Survey (encuesta internacional sobre valores y creencias)  basada en datos de cincuenta países de todos los rincones del planeta. Entre los puntos que aborda la encuesta figura el estudio de las cualidades que los padres buscan y desean que desarrollen sus hijos. Así por ejemplo en el caso de España se prioriza la tolerancia, la responsabilidad y el trabajo duro, pero se hace escaso hincapié en cualidades como la imaginación o la independencia.


Cualidades principales que los padres españoles buscan en sus hijos

Hay una pregunta que mucha gente puede realizarse, dado que los valores que se tratan de desarrollar en los niños serán el caldo de cultivo de la sociedad adulta futura... ¿Hasta qué punto las cualidades que se inculcan en los niños están relacionadas con la evolución económica y la prosperidad de un país?. ¿Hay alguna cualidad que convenga potenciar y si es así cuáles serían?. ¿Qué sucedería si cruzamos los resultados de este estudio respecto a otras variables relacionadas con la prosperidad y la riqueza económica?

Tratando de buscar respuesta a esas preguntas y basándome en dicho estudio he analizado los datos de un subconjunto de países lo suficientemente amplio como para poder extraer resultados destacables. La variable de contraste que he utilizado ha sido la del PIB per cápita por considerarla una buena medida de cara a verificar la prosperidad económica y el nivel de calidad de vida de sus ciudadanos.

Mirando los resultados globales tras realizarse el análisis estadístico se puede ver que no todos los valores arrojan conclusiones destacables, por ejemplo no todas las cualidades/valores tienen igual grado de variabilidad entre países (es la mejor forma de ver los contrastes) y simplemente en otras no se encuentra ninguna correlación importante a destacar. Pero  concretamente hay seis de ellos en los que se han encontrado tendencias muy evidentes, seis valores que por su implicación separaría en dos grupos, por una parte aquellos que presentan una correlación claramente positiva respecto al PIB per cápita, y por otra parte los que también presentan una correlación respecto al PIB, pero en este caso negativa. 

Si bien hay que partir de la base de que una correlación no implica una causalidad directa las conclusiones me parece que como mínimo incitan a la reflexión.


CUALIDADES CON CORRELACIÓN POSITIVA RESPECTO AL PIB

Vamos con los resultados del grupo de valores que guardan mayor relación con la "prosperidad". Esas cualidades o valores serían la independencia, la imaginación y la determinación. 

Porcentaje de padres que citan independencia, imaginación y determinación entre las 5 cualidades más deseables para sus hijos

En el gráfico anterior podemos ver la proporción de padres que citan esas cualidades entre las cinco más deseables para sus hijos. Este gráfico como se puede observar nos deja ver además muchos pequeños detalles culturales específicos de cada país.

Puede apreciarse que las diferencias  son bastante notables, pero para facilitar la interpretación vamos a agrupar esas tres cualidades en un único índice que sea el promedio de las tres, el gráfico tendría el siguiente aspecto (se ordenan los países mostrando en la parte izquierda del eje de las X aquellos con mayor promedio, ordenación que se respeta en el resto de gráficos del artículo).


Ahora comparemos el gráfico anterior con el que muestra el PIB per cápita, la variable de contraste que hemos utilizado para comparar los valores. Salta a la vista que existe un punto de similitud.

Distribución del PIB per cápita de los países incluidos en el estudio

Pero no se trata únicamente de una cuestión visual, si utilizamos la estadística y calculamos las correlaciones exactas tenemos que la independencia y la determinación presentan una correlación positiva moderada (R=0.6), y en el caso de la imaginación tenemos una correlación positiva muy alta (R=0.75). 




O lo que es lo mismo, basándonos exclusivamente en la importancia que dan los padres de cualquier región del planeta al desarrollo de la imaginación en sus hijos tendremos una aproximación bastante fiable del potencial económico del país, su prosperidad y su índice de desarrollo humano. 

CUALIDADES CON CORRELACIÓN NEGATIVA RESPECTO AL PIB

Por otra parte como antes comentaba hay tres cualidades o valores que presentan una correlación negativa respecto al PIB per cápita. Si observamos el siguiente gráfico vemos una distribución muy diferente a la de anteriores gráficos, presentando los países que aparecen en la parte derecha valores más elevados que los de la parte izquierda.

Las tres cualidades que se están tratando en este caso son la fe, la obediencia y el trabajo duro

Porcentaje de padres que citan  fe, obediencia y trabajo duro entre las 5 cualidades más deseables para sus hijos

Comparemos nuevamente este gráfico respecto al gráfico de PIB y veremos como las tendencias son en este caso opuestas, a mayor riqueza menos peso se le da a esos valores educativos, los países más ricos, prósperos y desarrollados del planeta, no priorizan estas cualidades.

Distribución del PIB per cápita de los países incluidos en el estudio




CONCLUSIONES

Sin pretender extraer conclusiones precipitadas a partir de estos datos una cuestión parece evidente, los valores culturales que se infunden en la población definen su perfil cultural, como podemos ver en el siguiente mapa también tomado del estudio general de valores y que se estructura en dos ejes: por una parte se indica el peso de los valores tradicionales respecto a los racionales y por otro el peso de los valores de supervivencia respecto a los de autoexpresión.


Imagen: The Economist
Si a ese mapa cultural le introducimos una tercera variable, la misma que se ha utilizado en todo el artículo: el Producto Interior Bruto (PIB), el resultado salta a la vista. Parece evidente que hay una relación entre el PIB de un país y su posición en el mapa cultural.



La dimensión Tradicional/Racional de los valores refleja el contraste entre las sociedades para quienes la religión es muy importante y las cuales no lo es. Las sociedades cercanas al polo tradicional acentúan la importancia de la autoridad paterna y el rechazo al divorcio, el aborto, la eutanasia y el suicidio. Estas sociedades tienen altos niveles del orgullo nacional, y una perspectiva nacionalista. Las sociedades con valores racionales – seculares tienen las preferencias opuestas en todos estos asuntos.

En cuanto a la segunda dimensión, los valores de expresión personal dan alta prioridad a la tolerancia de la diversidad y demandas por participación en la toma de decisiones en vida económica y política. Estos valores también reflejan tolerancia a grupos “excluidos”. El cambio de valores de supervivencia a auto expresivos incluye también un cambio en valores en la enseñanza a los niños, del énfasis en la obediencia y el trabajo duro hacia un énfasis en la imaginación y en la tolerancia. Las sociedades que están arriba en el ranking de valores de expresión personal también tienden a estar arriba en confianza interpersonal y son las que presentan menor grado de distancia al poder.

Como hemos visto en la primera parte del artículo valores relacionados con la autoexpresión como son la imaginación, la determinación y la independencia están directamente relacionadas con la prosperidad y el desarrollo económico. No debería extrañarnos, ya que si lo interpretamos en clave educativa desarrollar estas tres cualidades implicaría:

  • Independencia:  Capacidad para ser autosuficiente, y de tomar las propias decisiones y opciones personales. La mejor educación para un niño no es darle siempre todo lo que pida, sino enseñarles a pescar… desde pequeños.
  • Determinación: Cultura del esfuerzo, resistencia a la frustración, fomento de la constancia y confianza que con ella se acaban consiguiendo los objetivos… 
  • Imaginación:  Desarrollarla permite a los niños razonar, cuestionar y encontrar soluciones novedosas frente a los problemas cotidianos. El fomento de la creatividad y el desarrollo del ingenio para aprender y resolver nuevos problemas cada día es más importante en el mundo desarrollado.

miércoles, 29 de agosto de 2012

La ignorancia científica española

Suspenso sin paliativos en cultura científica, sólo así se pueden calificar los resultados de un reciente estudio de alcance internacional que pone de manifiesto el vergonzoso nivel científico de la población española comparado con otros países desarrollados de nuestro entorno.

Si observamos el siguiente gráfico con detenimiento, en él no veremos información relacionada con la corrupción, con la economía sumergida o con la prima de riesgo, y sin embargo a grandes rasgos ilustra con sorprendente cercanía la salud económica del continente europeo, dejando claramente descolgados a Italia, España y Polonia respecto al resto de países. Los datos mostrados corresponden a un estudio realizado por la Fundación BBVA cuyo objetivo es evaluar el grado de conocimiento científico de la población europea y estadounidense.

 

No debería sorprendernos la relación existente entre la educación y la prosperidad, y algo similar debería decirse sobre el conocimiento científico. Una sociedad que promueve la ciencia y el método científico genera ciudadanos con espíritu crítico y pensamiento racional. Y esa racionalidad es el mejor forma de detectar y rechazar la demagogia o la manipulación, y en general todas las prácticas que sacan partido de la ignorancia y falta de espíritu crítico de la gente. No es casualidad que los países con mayor cultura científica funcionen también mejor a nivel social y político.

Vamos a detenernos con mayor detalle en el estudio, porque ciertamente no tiene desperdicio. Entre otras muchas "joyas" descubrimos que más del 75% de los españoles piensan que “los antibióticos destruyen los virus” o que aproximadamente la mitad cree que “los primeros seres humanos vivieron al mismo tiempo que los dinosaurios”. Aunque personalmente lo más impactante y sangrante es que prácticamente la mitad de los españoles no sean capaces de nombrar un solo científico relevante.


Fuente La Vanguardia
DETALLE Y DATOS OBJETIVOS SOBRE EL ESTUDIO

Los ciudadanos se sienten más interesados que informados en los temas científicos

El nivel de interés declarado por las noticias relacionadas con los temas científicos tiende a ser medio-alto. Sin embargo, ese interés no se traduce automáticamente en un nivel de información similar. Esta distancia se observa en casi todos los países, y es aún más marcada en España.


El principal canal de información sobre temas de ciencia es la televisión y en segundo lugar, el periódico. En el  seno de Europa, es mayor en Dinamarca, Reino Unido y Países Bajos. España destaca como uno de los países europeos que menos se informa sobre este tipo de noticias. Tanto en la media de países europeos incluidos como en España y Estados Unidos, los hombres siguen en mayor medida contenidos científicos a través de la web que las mujeres. La frecuencia al uso de la red para buscar este tipo de información se incrementa claramente a medida que disminuye la edad. El nivel de educación constituye la variable que más diferencia el seguimiento de este tipo de información a través de Internet, aumentando a medida que se incrementa el nivel de estudios. 


Los hombres, los adultos jóvenes y, más marcadamente, la población con mayor nivel de estudios, son quienes mayor vínculo tienen con la ciencia

Dentro de Europa, los daneses son quienes conversan más frecuentemente sobre estos temas (el 50% expresa hacerlo “muchas veces” o “bastantes veces”). Los españoles se sitúan en el otro extremo, sólo el 15% de los españoles declara conversar con mucha o bastante frecuencia sobre temas de ciencia, frente al 27% en la media europea. 


Dentro de Europa, el porcentaje de población con un nivel alto de cercanía se incrementa claramente en Dinamarca, Países Bajos (cercano al 40%), seguidos de Reino Unido, Francia y Alemania (cercano al 30%) mientras que no llega al 15% en República Checa, España e Italia. Asimismo, mientras que cerca del 40% en República Checa, España e Italia no han tenido vínculo alguno con la ciencia, sólo el 10% de los daneses y holandeses se encuentran en esta posición

La distancia entre el nivel de conocimiento científico de los españoles y la media europea es mucho más importante entre los adultos mayores que entre los jóvenes: el segmento con nivel bajo de conocimiento entre los jóvenes españoles es de un 13% frente al 10% de los jóvenes de la media europea, mientras que este segmento alcanza al 57% de la población de adultos mayores españoles frente al 22% de los adultos mayores en la media europea. 



La educación marca diferencias en el nivel de conocimiento en España: aproximadamente el 44% de la población con menor nivel de estudios tiene un nivel bajo de conocimiento científico frente al 6% de la población con mayor nivel de estudios. 

Diferencias entre países en el nivel de conocimiento objetivo

En la parte más alta del mapa de conocimiento se sitúan Dinamarca, Países Bajos, Alemania y República Checa; en la parte media se colocan Austria, Reino Unido, Francia y Estados Unidos; y en la parte más baja, Polonia, Italia y España. Los ciudadanos de España son los que obtienen una media de conocimiento objetivo más bajo.





Familiaridad con grandes científicos

La dificultad para identificar un científico de renombre es similar en la media europea y en Estados Unidos (27%), incrementándose significativamente en España (46%), seguida de Italia (31%), Reino Unido (27%) Polonia (26%) y Francia (25%). En el resto de los países en torno al 20% no ha podido nombrar ningún científico, porcentaje que es algo más bajo en Dinamarca (15%) 


CONCLUSIONES

¿Qué implicaciones tienen estos resultados?


Desgraciadamente el estudio que estamos detallando en esta entrada no se trata de un caso aislado, otro similar realizado en 2009 llegaba a la conclusión de que más de un tercio de los españoles (34,2%) viven en un universo precopernicano y piensan que el Sol gira alrededor de la Tierra, diferentes preguntas, similares conclusiones... 



Debemos mirar más allá de estos datos, más allá de la -triste- anécdota, no se trata sólo que gran parte de los españoles no sabe algo tan básico como que la Tierra gira alrededor del Sol. Si el español promedio tiene ese tipo de lagunas. ¿Esa misma persona va a poder decidir con criterio y conocimiento de causa sobre asuntos más complejos?, ¿son esas personas capaces de tener una postura sobre el cambio climático o sobre la política energética y las energías renovables?.

La ignorancia sobre la ciencia es peligrosa. Una sociedad desarrollada debería ser capaz de entender y cuestionar decisiones, altamente técnicas a veces, que toman tanto gobiernos como organizaciones internacionales. El fomento de la cultura científica además es una de las claves a la hora de configurar una sociedad más innovadora y más próspera, en definitiva, una sociedad más culta.

Desgraciadamente España es un país en el que es mucho más probable que una persona elegida al azar en la calle conozca al personaje más irrelevante de la crónica rosa antes que a Nikola Tesla, y ese analfabetismo científico es un grave problema que deberíamos revertir entre todos. No es sólo es una cuestión de los estamentos educativos (que ciertamente tienen mucho que mejorar), es una labor de la sociedad en su conjunto ya que como acertadamente dice un proverbio africano "para educar a un niño hace falta una tribu entera". Todos somos responsables de la educación de las personas que se crían en nuestro grupo social como bien saben en Escandinavia, desde la familia  (El 55% de los finlandeses cree que la familia es más responsable que la escuela de la educación de sus hijos. En España el 15%) hasta los medios de comunicación. Es simplemente inaceptable que el 46% de los españoles no pueda identificar a ningún científico destacado, es muy complicado que un país prospere cuando la mitad de sus ciudadanos muestra un grado de ignorancia tan sangrante.

Si queremos ver el lado positivo de todos los datos que hemos mostrado lo tenemos que encontrar en términos generacionales, es decir, los más jóvenes están acortando distancias con Europa: la distancia entre el nivel de conocimiento científico de los españoles y la media europea resulta mucho más atenuada entre los jóvenes: el segmento con nivel bajo de conocimiento entre los jóvenes españoles de 18 a 24 años es de un 13% frente al 10% de los jóvenes de la media europea, mientras que este segmento alcanza al 57% de la población de adultos mayores españoles frente al 22% de los adultos mayores en la media europea. Eso manifiesta una tendencia de mejora (todavía insuficiente).



Y es que para explicar nuestro presente es necesario mirar también hacia nuestro pasado, no podemos olvidar que España partía en el siglo XX con un lastre educativo muy acusado respecto al resto de Europa Occidental, hasta la década de 1980 los porcentajes de alfabetización en España no superaron el 95 %, cifra que los países europeos más avanzados ya habían alcanzado treinta o cuarenta años antes. Pese a la mejora educativa de las últimas generaciones, esa desventaja todavía hoy es visible y cómo manejemos de aquí en adelante ese déficit tendrá mucho que ver en nuestro futuro como país.

Fuentes: FBBVA, magonia, elpais