miércoles, 29 de julio de 2009

El consumo de lácteos "alarga la vida"

Aquellos que de niños consumen en abundancia productos lácteos como leche o queso tienen una mayor expectativa de vida, según sugiere una investigación.

Investigadores de la Universidad de Bristol, en el Reino Unido y de la Universidad de Queensland, en Australia, analizaron el historial médico de cerca de 4.500 niños británicos que participaron en un estudio médico en los años ’30.

Los científicos descubrieron que aquellos que de niños gozaron de una ingestión diaria alta de lácteos y calcio tuvieron una mayor protección contra los accidentes cerebrovasculares y otras causas de mortalidad, según se desprende del estudio, publicado en la la revista Heart.



Pese a que los productos lácteos contienen colesterol y grasas que obstruyen las arterias, su consumo elevado parece que no aumentó el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas entre los participantes en el estudio.

La investigación analizó la dieta de las familias de los niños y constató que el alto consumo de calcio y lácteos, fundamentalmente provenientes de la leche, disminuyeron la mortalidad en una cuarta parte.

Leche, yogur y queso

Un consumo diario de calcio de al menos 400 miligramos (como el que se encuentra en un vaso de leche), redujo la probabilidad de morir de un accidente cerebrovascular en un 60%.

Quesos

Un elevado consumo de calcio sería bueno para la presión sanguínea.

Los efectos beneficiosos se atribuyen a las cantidades que suelen recomendar los expertos: tres raciones diarias de productos lácteos -como un vaso de leche de 200 miligramos, un yogurt y un trozo de queso- proporcionan el calcio que la mayoría de la gente necesita.

Los investigadores afirman que tuvieron en cuenta que los niños con el mayor consumo de lácteos provenían de familias con más medios y tenían mejores dietas en general.

En cualquier caso, afirman que existen evidencias de que un elevado consumo de calcio es bueno para la presión sanguínea.

Según los responsables del estudio, el consumo de lácteos puede influenciar en el estado de la circulación sanguínea y del corazón, a través de una hormona llamada Factor de crecimiento insulínico 1 (IGF-1, por sus siglas en inglés).

En los adultos, los niveles altos de IGF-1 están vinculados a una reducción de las muertes relacionadas con fallos cardíacos y enfermedades del corazón.

"Interesante"

Los adolescentes y adultos deben consumir productos lácteos bajos en grasa, como la leche o los yogures desnatados, lo que les ayudará a mantener bajo el consumo de grasas saturadas y a proteger el corazón

Según Joanne Murphy, de la Asociación de Accidentes Cerebrovasculares del Reino Unido, se trata de un estudio interesante, aunque se debe seguir investigando para calcular los beneficios de la leche en la reducción de las probabilidades de morir de un accidente de ese tipo.

"Mientras, aconsejamos a los padres que den a sus hijos una dieta rica en fruta y vegetales, y baja en grasas saturadas y sal".

June Davison, de la Fundación Británica del Corazón, considera que "es importante incluir los productos lácteos como parte de una dieta balanceada desde una temprana edad".

"Sin embargo, los adolescentes y adultos deben consumir productos lácteos bajos en grasa, como la leche o los yogures desnatados, lo que les ayudará a mantener bajo el consumo de grasas saturadas y aproteger el corazón", señaló Davison.

Fuente: BBC

La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica las cabinas de rayos UVA como cancerígenas

Su uso antes de los 30 años aumenta un 75% el riesgo de padecer un melanoma de piel

La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado las cabinas bronceadoras de rayos ultravioleta en la primera categoría de riesgo de cáncer, el grupo 1 de carcinogénicos para humanos. Los expertos del grupo de trabajo monográfico de este centro ligado a la OMS han publicado sus conclusiones en la revista The Lancet Oncology.

El uso de lámparas solares y de camas solares estaba hasta el momento clasificado en el grupo 2A como "probablemente carcinogénicos para humanos". La radiación ultravioleta también ha sido incluida en este grupo de riesgo, al mismo nivel de riesgo de cáncer que fumar o exponerse a amianto.



Los expertos señalan que un metanálisis integral concluyó que el riesgo de melanoma de piel aumenta en un 75% cuando el uso de estos dispositivos comienza antes de los 30 años de edad. Además, varios estudios proporcionan evidencias que asocian el uso de los dispositivos de bronceado y el melanoma ocular. Por este motivo, el grupo de trabajo planteó la clasificación del uso de estos dispositivos dentro del grupo 1 de 'carcinogénicos para humanos'.

La mutación genética característica causada por la radiación solar ultravioleta (UV) ha sido atribuida durante largo tiempo a la radiación ultravioleta B (UVB). Sin embargo, la misma mutación fue detectada en la piel de ratones tratados con radiación ultravioleta A (UVA) y en tumores de piel de ratón inducidos con rayos UVA. Por este motivo la IARC reclasificó la radiación UV al completo (UVA, UVB y UVC) como carcinogénica para los humanos o grupo 1.

El grupo de trabajo también concluye que existía suficiente evidencia para el melanoma ocular en los soldadores, sin embargo, debido a que estos profesionales están expuestos a otros agentes dañinos, el riesgo no podía atribuirse específicamente a la radiación UV.

Todos los tipos de radiación ionizante fueron también clasificados en el grupo 1. Esta es la primera vez que todos estos tipos de radiación han sido revisados por un grupo de trabajo durante una reunión. Entre las fuentes de radiación ionizante se encuentran el gas radón, el plutonio, el radio, el fósforo-32 o los radioiodines.

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¿Por qué no recordamos los primeros años de vida?

Aunque puede haber diferencias entre las personas, en general somos incapaces de recordar las experiencias de la infancia vividas antes de los tres años de edad. Los niños desde que nacen pueden, sin embargo, manejar bien su entorno, jugar, reaccionar emocionalmente y comunicarse. Demuestran, por tanto, que aprenden temprano muchas cosas, pero son incapaces (también los adultos) de recordar cómo, dónde o en qué circunstancias fraguaron sus primeras peripecias.

Hacia los años setenta se empezaron a vislumbrar las posibles razones, cuando hubo indicios de que la memoria no dependía de un proceso cerebral unificado, sino de un sistema de memoria múltiple de complejas redes, cada una con sus funciones específicas. En los años ochenta, Lynn Nadel y Jake Jacobs, dos neurocientíficos de la Universidad de Arizona, sugirieron que la 'amnesia de los primeros años de vida' se debe a que el hipocampo, una de las estructuras cerebrales más importantes para almacenar los recuerdos de los que luego somos conscientes, tarda más tiempo en desarrollarse, es decir, no madura antes de los tres años de edad aproximadamente. Esta es la idea que perdura a pesar de que perviven muchas controversias en el estudio de la memoria; en todo caso la confirmación no se alejará demasiado de las hipótesis de Nadel y Jacobs.



Para aclarar lo comentado, vale la pena conocer al menos la existencia de dos procesos memorísticos básicos: uno, para formar recuerdos de vivencias y mantenerlos disponibles para una posterior evocación consciente y otro, que trabaja de manera no consciente sin que tengamos el conocimiento del aprendizaje que hemos realizado. El primero es llamado memoria explícita o declarativa y es al que nos referimos cuando hablamos cotidianamente de 'memoria'. El hipocampo es la formación cerebral que se requiere para este tipo de memoria.

El segundo, es la memoria implícita o no declarativa. Es la responsable de desencadenar reacciones, comportamientos o sensaciones subjetivas aunque no recordemos por qué, y depende de otras áreas del 'cerebro emocional', y de forma destacada, en una de sus estructuras, la amígdala. El cerebro emocional se encarga de prepararnos 'sin esfuerzo', casi 'sin pensar', a responder a situaciones que requieren rapidez y eficacia, por ejemplo, a tener miedo a situaciones peligrosas. En un cerebro sano ambos procesos de memoria funcionan simultáneamente, creando cada uno su propia clase de recuerdos, la memoria tipo implícita la 'memoria emocional' y la explícita, el 'recuerdo de la emoción'.

Todo ello explica algunas particularidades de nuestra autobiografía como los recuerdos y los aprendizajes asociados al estado de ánimo y a las emociones, o las posibles repercusiones de las experiencias traumáticas durante la infancia (y también en otras épocas posteriores de la vida), entre otras.

Los procesos de 'memoria emocional' se ponen en marcha muy precozmente, antes de que se desarrolle la capacidad de recordar conscientemente. Junto con la 'memoria evolutiva' insertada en nuestros genes, y el trabajo de los padres, que suplen las habilidades todavía deficitarias de los hijos, los seres humanos nacen con un buen soporte para la supervivencia. Parece una buena forma de empezar.

Otros estudios realizados por científicos de la Universidad Memorial de Terranova, indican que antes de ir a la escuela (alrededor de los cuatro años) los niños pueden recordar lo que les ocurrió en sus años previos -incluso experiencias anteriores a los 18 meses- pero dos años más tarde esas memorias ya se habrán borrado.

La doctora Carole Peterson, profesora de psicología que dirigió el estudio, pidió a 140 niños de entre 4 y 13 años que nombraran tres de sus experiencias más tempranas que pudieran recordar y el período en que éstas habían ocurrido. Descubrieron que entre más pequeños los niños, más recuerdos tenían de sus primeros años, incluso a los 18 meses de edad. Para confirmarlo, los investigadores entrevistaron a los padres quienes pudieron corroborar muchos de los eventos y la época en que habían tenido lugar.

Dos años más tarde los científicos volvieron a hablar con los mismos niños y una vez más les pidieron que recordaran tres experiencias tempranas de su vida. Los resultados mostraron datos muy distintos: los niños recordaban experiencias muy distintas de las que habían hablado antes. Y muchos de los recuerdos que habían tenido dos años antes habían desaparecido.

Los niños que tenían entre 4 y 7 años en la primer entrevista del estudio mostraron recuerdos muy distintos en cada uno de los experimentos. La doctora Peterson cree que esto se debe a que las memorias muy tempranas de los niños pequeños son frágiles y vulnerables y pueden borrarse fácilmente. Por otra parte, la mayoría de los niños que tenían entre 10 y 13 años en la primera entrevista describieron las mismas experiencias tempranas en ambos experimentos. "Los recuerdos más tempranos de los niños pequeños parecen cambiar y son reemplazados por recuerdos ocurridos a edades más tardías" explica la investigadora.
La investigadora agrega que "a medida que perdemos los recuerdos de nuestros primeros años, perdemos parte de nuestra infancia. En esencia, estamos perdiendo todos o casi todos esos eventos que nos ocurrieron". "De manera que nuestra 'infancia psicológica' comienza mucho más tarde que nuestra infancia real", agrega.

Un estudio llevado a cabo por la doctora Patricia Bauer de la Universidad de Emory en Atlanta, Estados Unidos, sugiere que esto podría deberse a que los recuerdos de los primeros años se almacenan en nuestro cerebro de forma distinta que los de años posteriores. Pero todavía se necesitan más investigaciones para confirmarlo y entender por qué los seres humanos borramos gran parte de nuestra infancia.

sábado, 25 de julio de 2009

¿Tener cosas valiosas nos hace más valiosos como personas?

Existe una conducta común en las personas de toda raza y condición que consiste en tener y en identificarse con elementos ajenos a sí mismos, los cuales consideran, de alguna manera u otra, valiosos. Por ejemplo, las personas de mayor poder adquisitivo se identifican con los automóviles caros, como los de marca BMW, Audi o Mercedes Benz, con los vinos de calidad, con los ropajes, carteras y zapatos de marcas reconocidas, etc. Las personas de menores recursos también se dejan seducir por la vestimenta, aunque no ya tal vez por los automóviles lujosos sino por los más sofisticados teléfonos celulares, entre otras delicias. No se discute, por supuesto, el valor de uso o servicio que ofrecen este tipo de productos, el cual es indiscutible, ya que perfeccionan la naturaleza humana, sino que lo que se discute es la identificación de las personas para con ellos y la dudosa capacidad de estos para transferir su supuesto valor a las personas que los utilizan.

La pregunta relevante que conviene realizar aquí es si las cosas tenidas nos hacen mejores, es decir, si existe un influjo del valor de la cosa hacia la persona, de manera tal que al tener algo valioso nos hacemos valiosos nosotros mismos. Para ejemplificar: El tener el teléfono móvil de última generación, que en sí mismo tiene cierto valor estético y de utilidad, ¿nos transfiere parte de ese valor a nosotros? ¿Somos nosotros, por el simple hecho de usar algo valioso, más valiosos de lo que éramos antes de usarlo? ¿De dónde viene el valor del ser humano, de lo que es de por sí o de las cosas que tiene?

No es solamente usarlos la clave, sino que otros vean que los usamos. Mostrarlos claramente. Exponerlos. Aquí, la capacidad de cada persona para mostrar las marcas de los artículos que usa es una estrategia esencial. ¿Serían igualmente utilizados, los mencionados valiosos productos, si sus marcas no fueran visibles para otros, si la persona que los utiliza no pudiera demostrar a otros su adherencia e identificación a las mismas? ¿Qué valor de amistad puede tener el permanecer a un grupo de personas donde la entrada a dicho grupo consista en usar o en tener determinada ropa o bienes? ¿Para qué reunirnos con personas que no nos quieren por lo que somos sino por lo que tenemos? No digo que no debemos relacionarnos con estos grupos, simplemente seamos conscientes de que tal vez no nos quieran a nosotros.



¿Comprarían estas personas un BMW que no tuviera su marca claramente visible para otros, de tal manera que estos otros pudieran ver la identificación clara entre la marca y la persona que las usa? ¿Sucede con la ropa lo mismo? ¿Usarían las personas ropajes o zapatos de calidad que tuvieran oculta su marca, la cual otras personas no pudieran ver? Ciertamente que no. ¿Por qué hay “marcas truchas”, es decir, ropa de baja calidad que tiene una marca de una ropa de alta calidad? ¿Y por qué la gente la compra, aún sabiéndolo? No es, por cierto, por la calidad de la ropa misma, que es mucho más baja que la original, sino por la marca, por la capacidad de exhibirla. El colmo de ridículo es creer que una marca plasmada en una prenda de baja calidad nos agregará algún valor.

Y estas actitudes no suceden solamente con las personas de mayor poder adquisitivo, como antes mencionamos, sino en todas las personas, sin importar su estrato social. Otra variedad incluye la fanatización e identificación con equipos deportivos, con deportistas célebres o con estrellas musicales, la cual es más típicamente una actitud de la adolescencia y de la juventud, aunque se manifiesta también en edades avanzadas. Es todo tan precario.

La pregunta que debemos hacernos es, sin embargo, si al identificarnos con algo que consideramos valioso, alguna virtud valiosa de ese algo es transferida a nosotros en el proceso de identificación. ¿Nos hace mejores a nosotros mismos el tener un coche de reconocida marca y calidad o seguiremos siendo los mismos de siempre? ¿Una mujer que utiliza un vestido de una marca recocida y valorada, es necesariamente mejor ella misma, o simplemente lo parece? Si nos identificamos con un determinado equipo deportivo, con algún deportista destacado o con algún cantante de moda, ¿se nos transfiere algo de su valor a nosotros mismos? No parece ser el caso.

Lo primero que debemos preguntarnos es cómo adquiere valor algo, especialmente el ser humano. A primera vista, de manera evidente, nos damos cuenta que algo valioso lo es, no tanto por lo que tiene adherido en su superficie, sino por lo que interna e intrínsecamente es él mismo; por sus perfecciones propias. Por ello, las adherencias exteriores de cosas valiosas que no forman parte de su valor intrínseco no agregan ningún valor a la persona. Como dice el dicho, la mona, aunque se vista de seda, mona queda. Esta es la falacia en la que viven quienes practican este tipo de actitudes. Ellos creen que de tanto oropel se adherirá alguna partícula a su sombra. No lo hará. Seguirán siendo quieres son; nada cambiará, aunque parezcan haber cambiado o ser algo mejores.

Los jóvenes varones que se suben a potentes automóviles, conjuntamente con los que transitan en motocicletas, haciendo alarde de gran velocidad, ¿son ellos mismos rápidos y poderosos o lo son solamente sus autos y motocicletas? El conducir automóviles o motocicletas veloces y ruidosas, que destilan poder y rigor por todos lados, ¿hace a quienes la conducen rápidos y poderosos? ¿Más varoniles, acaso? Ciertamente que no. No hay nada peor para una persona que buscar constantemente algo anhelado para sí mismo allí donde no se encuentra, allí donde nunca se obtendrá. Existen caminos para ser valiosos, pero no son estos.

Si realmente queremos ser valiosos, y nos damos cuenta que las estrategias que estamos siguiendo no lo logran, que fracasan tremendamente, podremos de una vez cambiar para lograr ser valiosos de verdad. Si nos damos cuenta de que no importa el auto o el celular que tengamos, por más lindo que sea, en nosotros mismos nada cambiará por la simple adherencia de ello a nuestro cuerpo. Por lo tanto, podremos comenzar a recorrer el camino por el cual sí podemos ser más valiosos. Pero, ¿cuál camino es este?

Este es un camino interior, por supuesto; y no es algo que necesariamente va a estar a la vista de los otros. ¿Podremos tolerar no estar en la vidriera, ante los ojos aprobatorios o descalificatorios del otro? ¿Podremos tolerar no pertenecer a los grupos de status? El camino que proponemos es el camino que lleva a perfeccionar y actualizar nuestra esencia, quien en verdad somos, y no a simplemente parecerlo, adhiriendo a nuestra superficie elementos supuestamente valiosos ajenos a nosotros.

Viktor Frankl, en el campo de concentración, cuando todo le había sido quitado, decía que se encontraba con su “existencia desnuda”. Pensándolo bien, ¿no es nuestra existencia desnuda lo que más genuinamente tenemos y nos identifica? ¿Puede cambiar eso algo de lo que tengamos? Si lo que somos no es lo que tenemos, solamente siempre tenemos con nosotros nuestra existencia humana desnuda con la capacidad de ser genuinamente humana, como nos enseñó Frankl.

Tener cosas, por cierto, tiene su importancia, pues perfeccionan nuestra naturaleza humana. Vestirnos, comunicarnos y transportarnos son necesidades de nuestra vida. El problema surge cuando los instrumentos al servicio de nuestra vida se transforman en elementos que, por el solo hecho de tenerlos y exhibirlos frente a otros, nos hacen creer que nos harán más valiosos. Nada de eso puede hacerlo.

Otra reflexión que surge de este tema es el por qué de la excesiva importancia que le damos a la mirada de los otros en cuanto al valor de nuestra persona. Necesitamos sin duda ser valorados, pero ¿puede esto ser hecho de cualquier manera? ¿Podemos otorgarle a cualquier persona la potestad para que nos evalúe o solamente debemos otorgar este poder a las mejores personas, a las que verdadera y genuinamente nos aman? Frente a estas personas, las que nos aman de verdad, ningún aditamento ni disfraz es necesario, solamente el resplandor genuino de nuestro ser auténticamente humano. Este no es un tema menor, y su reflexión nos debe acompañar durante toda nuestra vida.

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¿Es el amor un sentimiento egoísta?

¿Hasta qué punto nuestros afectos, relaciones y vínculos con otras personas están regulados por el interés que nos reportan esas relaciones o interacciones?

Hace unos siglos el filósofo Thomas Hobbes nos decía que “las personas obran por interés propio. Incluso cuando servimos a los demás, solemos hacerlo porque nos reporta beneficios o porque no hacerlo iría en nuestro propio detrimento. Habitualmente, por no decir ante todo, el altruismo satisface una necesidad propia.”

Si damos por buena esa reflexión, ¿qué lugar queda para sentimientos como la amistad y el amor?, ¿cómo se explican?, ¿hasta que punto existen los afectos, las amistades y el amor puramente desinteresado?, ¿es verdad que a nivel más básico todos actuamos "por interés" más o menos ético?

Supongo y quiero creer que la amistad y el amor real surgen cuando la situación original de búsqueda del beneficio propio (el ser humano por motivos evolutivos siempre busca su propio interés) se modifica y es el bienestar de los demás el que crea en ti sentimientos placenteros. Me siento bien contigo pero además y aunque no me beneficie en nada, disfruto compartiendo mi tiempo y siendo partícipe de tu bienestar. En ese acto desinteresado de ayudar a otra persona es dónde se nota dónde está el verdadero afecto.

Alguien podría decir -como Hobbes- que detrás de todo mínimo gesto de entrega altruista existe una motivación interna que nos provoca satisfacción, así por ejemplo quién está en Angola curando a niños con lepra está porque le realiza como persona y porque le resulta gratificante, o quién hace sacrificios por su hijo lo hace porque sabe que a cambio vivirá junto a él momentos placenteros, pero no es a ese grado de "interés o egoísmo" al que me refiero o al que quiero llegar y aun dándolos por buenos como motivaciones, no me parecen actos que manifiesten egoísmo.

Si sólo nos mueve el egoísmo, ¿cómo explicar los casos de personas capaces de donar un riñón para ayudar a otro miembro de su familia, o los hijos que cuidan de sus padres cuándo son ancianos?, el motivo que mueve fundamentalmente esos actos es el cariño real y desinteresado que tenemos hacia ellos y que nos hacen ser capaces de sacrificarnos cuándo podríamos estar haciendo algo más placentero, pero lo hacemos porque esa persona lo merece, queremos su bienestar y estamos dispuestos a dar algo propio para mejorar su calidad de vida, aun cuando la nuestra no obtenga beneficios.

La Real Academia Española define la palabra amor como un "sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo". Esa es la teoría, pero en la práctica no parece tan evidente que la mayoría de humanos sean capaces de amar a otro sin obtener nada a cambio. Yo amo porque eso me genera una satisfacción personal. Si centramos el debate en el amor de pareja, tendemos a amar a aquellas personas que nos gustan y atraen y cuya presencia nos genera una satisfacción personal. Tal vez uno no sea consciente del beneficio que recibe, o no lo quiera ver. Pero ahí está. El amor de pareja suele ser egoísta y ventajista, al menos al inicio y quien piense que no que se imagine a su pareja con 150 kilos cuando la conoció, ¿de verdad creen que habría surgido la chispa?, ¿seguirían unos novios unidos si uno de ellos sufre un accidente fatal y queda parapléjico?. Ninguna madre abandona a su hijo en tales casos, todo lo contrario, a medio y largo plazo se vuelca con ellos y pasa a ser su mayor preocupación en su vida.

Existen distintos tipos de amor, es importante diferenciarlo ya que no todos abarcan los mismos planos ni están presentes en todas las relaciones, no es lo mismo el amor que siente un hijo hacia un padre (y viceversa), que el amor romántico de pareja, o que el amor o cariño que une a los buenos amigos. En español y en general en las lenguas occidentales modernas englobamos en una misma palabra varios conceptos diferentes. Es la antigua Grecia se utilizaban tres palabras diferentes acerca de amor. Vamos a analizarlas con detalle:

"Eros" define el amor de atracción sexual, suele ser el menos duradero, es el más egoísta y posesivo, apenas implica cariño desinteresado hacia el otro, se quiere al otro por como nos hace sentir, por la atracción física que nos genera, por su belleza, su carisma, sus aptitudes, por las sensaciones que nos reporta, si esa persona deja de tener esos "activos" esa interacción deja de tener sentido ya que no parece existir más vínculo que el beneficio que obtenemos del otro, esa manifestación del amor raramente implica entrega desinteresada. No es aplicable a relaciones entre amigos o familia.

"Philos" define el amor fraternal, lo que sentimos los seres humanos unos por otros, por los amigos, por la familia, por todas las relaciones sanas que mantenemos durante nuestra vida. Philos es un amor mas saludable y mucho mas constructivo y duradero. Obvio que también nos mueven intereses cómo serían la idea de pertenencia a un grupo, la seguridad, la sensación de aceptación o la diversión y gratificación que nos provocan esas relaciones, pero es evidente que esta manifestación del amor se aproxima más a afecto desinteresado.

Por último tenemos al amor "Ágape" que es el amor mas incondicional, en el que se manifiesta con mayor claridad el altruismo, no pido nada a cambio y pese a ello te quiero y soy capaz de hacer cosas y sacrificarme por ti sin más interés que el de proporcionarte bienestar, complicado de encontrar en la sociedad actual. A partir de ahí pueden existir todas las combinaciones que queramos.


Personalmente creo que amor implica libertad y aceptación del otro, ausencia de coacciones y manipulaciones de todo tipo. Implica complicidad absoluta con otra persona y la confianza y naturalidad en el trato con alguien a quien quieres y sabes que te quiere por como eres y te acepta con independencia de tus momentos buenos o malos, saber que se puede contar incondicionalmente con alguien y que esa persona siente lo mismo por ti. Con frecuencia confundimos atracción, ilusión o fascinación con amor, pero enamorarse es conocer al otro en profundidad y después de ese conocimiento sentir que te gusta y le quieres, es algo gradual y requiere un tiempo. Considero que deben existir 2 pilares fundamentales (y no niego que en ambos casos pueden existir motivaciones egoístas), por una parte que exista esa cercanía emocional que te haga confiar y querer a la persona con la que estás, que exista conexión, comprensión y apoyo mutuo. Y por otra que entre ambos exista un vínculo "invisible" que haga que ambos sientan ilusión, atracción y pasión además de un fuerte sentimiento e interés romántico. Lo primero sirve para saber que estás con una persona que merece la pena como pareja y que te dará el apoyo que necesitas en el día a día, lo segundo pone la guinda y hace que esa persona amiga que aprecias pase a ser la persona especial que quieres, deseas y no cambiarías. Ese tipo de relación desemboca en una sensación de bienestar, ganas de compartir mucho tiempo y cosas con esa persona, una atracción enorme en todos los planos, una sensación fuerte de unión, de aceptación plena en ambos sentidos. Y sí, tal vez sea más optimista que Hobbes, pero estoy convencido de que muchas parejas darían uno de sus riñones por salvarle la vida a su compañero si así lo necesitase, y no sólo por seguir disfrutando de su compañía sino por puro afecto desinteresado. Quizás mientras alguien no sepa de verdad si estaría dispuesto a eso no quiera de verdad a su pareja.





Pero ¿acaso no hay gente que sólo piensa en sí misma? Sí, y su satisfacción mayor será sentirse bien sólo con él mismo. En mi opinión creo que es una satisfacción limitada. Pero todo depende de lo que uno busca.

Si dejamos de lado el amor de pareja y analizamos el concepto de amistad nos encontramos con un panorama similar, la mayoría coincidirá en que amigos de risas y para compartir buenos momentos generalmente siempre hay, pero ese amigo incondicional que está siempre ahí, en lo bueno y lo malo y que sabes que te acepta y te permite ser tal cual eres, con quien puedes compartir todo es mucho más complicado de encontrar y a la mayoría de gente le sobran los dedos de una mano.

A modo de reflexión dejo la siguiente pregunta..., ¿cuántas personas que conoces "te conocen realmente"?, ¿cuántas personas que conoces apostarías a que nunca te fallarían, que son de plena confianza y sabes que puedes contar con ellos?, ¿cuántas personas que conoces sabes que estarían a tu lado en los momentos buenos y más importante aun, los menos buenos?. ¿Cuántas personas que conoces sabes y te demuestran que te quieren, te aceptan y te valoran por ser como eres y además no pretenden cambiarte?, imagina además que te haces todas esas preguntas después de haberte quedado sin trabajo y con tus recursos económicos bajo mínimos, y que físicamente has pasado a pesar 120 kg. ¿Verdad que apenas te quedan dedos de una mano?, desde luego y eso está claro es que todas esas personas que han superado esa criba merecen la pena y conviene conservarlas una vez que se han encontrado.

Y con ésto volvemos al principio y a la pregunta abierta que abre el post, ¿es el amor un sentimiento egoísta?, mi opinión es que casi siempre es así, pero afortunadamente... no siempre.

¿Cómo funciona el GPS?

Las siglas GPS significan Global Position System, ‘Sistema de Posicionamiento Global’. Es un sistema que permite conocer la posición de algo o alguien en cualquier lugar del mundo con una gran precisión. Este sistema fue desarrollado, instalado y operado por el Departamento de Defensa de EEUU.

Antiguamente, nuestros antepasados se guiaban por la posición del Sol durante el día y por la estrella Polar por las noches, cargaban cartas y mapas de navegación y deducían su posición basándose en el uso de la brújula y el sextante. En la actualidad, nosotros solamente necesitamos un pequeño aparato de precio asequible con GPS integrado, para conocer exactamente nuestra posición en cualquier parte del mundo.



Pero… ¿cómo funciona el GPS? ¿por qué sabe dónde nos encontramos?

El funcionamiento del GPS se basa en una red de satélites formada por 24 unidades en órbitas sincronizadas alrededor del globo terráqueo, tal como se aprecia en la imagen. Así, cualquier punto del globo está “cubierto” por varios satélites.

Para situar una posición, el GPS se basa en la triangulación, un principio matemático que determina la posición exacta de un punto conociendo las distancias de éste a otros tres puntos de ubicación conocida. Para ello solo hay que trazar tres circunferencias imaginarias con centro en los puntos conocidos y cuyos radios coincidan con la distancia del punto a determinar. Las tres circunferencias se cortan en un único punto: la posición a determinar.

Así pues, en teoría, solamente es necesario conocer la posición de tres satélites (y su distancia al aparato receptor de GPS) para poder calcular nuestra posición. Esto parece fácil, pero su aplicación supone bastantes inconvenientes, entre los que el económico no es el menor. Pero todo se soluciona con la inclusión de la medición de un cuarto satélite y algunos cálculos correctivos.

Ahora bien… ¿cómo medimos la distancia de nuestro receptor a los satélites?

La distancia a un satélite se determina comparando el tiempo que tarda una señal de radio, que éste emite, en alcanzar nuestro receptor de GPS, con la misma señal generada en el mismo instante por nuestro receptor. El retardo existente entre ambas determina el tiempo que la primera tardó en llegar. Ai ahora multiplicamos dicho valor por la velocidad de la luz obtendremos la distancia al satélite.

Pero no solamente es necesario conocer la distancia al satélite, también se debe conocer su posición, puesto que podría estar a la misma distancia desde diferentes posiciones invalidando el cálculo. Por ello los satélites se mantienen en órbitas definidas, regulares y predecibles a unos 20.000 km de altura, según un patrón que reconocen los receptores de GPS, que también reciben las eventuales correcciones de rumbo por sutiles desviaciones por evolución orbital.

La atmósfera interfiere en el tiempo de llegada de la señal desde los satélites. Una señal de GPS pasa a través de partículas cargadas en su paso por la ionosfera y luego pasa a través de vapor de agua en la troposfera, perdiendo algo de velocidad. Y lo hace de manera desigual dependiendo de la densidad de estas partículas en esa parte del mundo. Así se crea el mismo efecto que un error de precisión en los relojes a la hora de sincronizar las señales de radio.

Pero ello se arregla con la inclusión de la medición a un cuarto satélite. Cualquier error debido a la sincronización de las señales (los satélites possen un reloj atómico, pero los receptores de GPS no) o a los factores atmosféricos afectaría a las tres medidas por igual, pudiendo dar un resultado erróneo. Si el error se ha producido, la cuarta señal no coincidirá con tal punto. Entonces, el receptor de GPS realiza un cálculo averiguando qué factor correctivo aplicado a las cuato mediciones las hace coincidir en el mismo punto. Y una vez lo ha hallado lo aplica, obteniendo así la posición correcta.

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Los neandertales eran pelirrojos y de piel clara

Los neandertales eran pelirrojos y de piel clara, como algunos humanos modernos que hoy habitan el hemisferio norte del planeta, según una investigación.

Este es el primer rasgo físico que se conoce de estos humanos, desaparecidos hace unos 25.000 años, que no se puede adivinar por los fósiles de sus huesos. Y se debe a una mutación genética en el gen MC1R, descubierta por el investigador español Carles Lalueza-Fox, de la Universidad de Barcelona.



Lalueza-Fox, que también participó en el hallazgo del gen FOXP2, que compartían con nosotros, explica que esta variación del MC1R no la tiene el 'Homo sapiens' moderno, que ha llegado al mismo resultado por otro camino genético, pero fruto de la misma evolución tras su llegada al hemisferio norte.

El hallazgo, publicado en la revista 'Science' fue posible por la recuperación de este receptor 1 de la melanocortina de un fósil de hace 43.000 años procedente de la cueva de El Sidrón (Asturias) y otro de hace 50.000 años procedente de la cueva de Monte Lessini (Italia). "Hay dos pigmentos y el gen MC1R regula ambos interaccionando con una proteína. Si funciona de forma correcta, se sintetiza el castaño y si hay mutación, se sintetiza el rojizo", explica el investigador catalán.
Experimento con la piel

El siguiente paso fue comprobar que efectos podía tener esta mutación en el pelo y la piel de los neandertales, puesto que no existe igual en los humanos modernos. Para ello, en el Instituto Max Planck de Alemania, cultivaron células de la piel y las injertaron el gen mutado. "Enseguida se comprobó que comenzaba a sintetizarse la feomelanina, que es la proteína de los pelirrojos", comenta Lalueza-Fox.

Este fenómeno, explica, "cuadra totalmente con la lógica evolutiva". "Nuestros antepasados venían de África y conservaban el gen que les protegía de la radiación solar. Al salir hacia Europa, donde el sol no es tan intenso, ese control genético se relaja y, por selección natural, triunfó esta mutación", añade.

Curiosamente, fue algo que ocurrió, por primera vez, con los neandertales, hace medio millón de años. Posteriormente, los 'Homo sapiens' modernos, hace unos 40.000 años, volvieron a obtener el mismo aclaramiento de la piel y del pelo con otra mutación que daba el mismo resultado.

El investigador cree que localizó el MC1R por suerte. «Lo iba buscando, pero realmente no sabía lo que me iba a encontrar. No hay que olvidar que hay un millón de mutaciones genéticas entre nosotros y los neandertales, de los 3.000 millones de nucleótidos que tenemos. Este es la primera que se encuentra», explica.

A partir de ahora, pues, las imágenes de aquellos humanos del Paleolítico deberán representarlos con ojos claros y pecas, parecidos a los nórdicos europeos. «Desde luego, no se podrían morenos al tomar el Sol, como ocurre hoy con los pelirrojos», concluye el paleobiólogo.

Fuente: elmundo

Ya había música hace 35.000 años

Unos paleoantropólogos anuncian haber descubierto pruebas de la existencia de música en el Paleolítico superior. Han podido reconstruir una flauta de hueso de 35.000 años de antigüedad, lo que sugiere que la tradición musical estaba bien establecida en las comunidades que colonizaron Europa en esa época.

La flauta fue encontrada troceada en 12 fragmentos, y es el instrumento musical más completo de todos los recuperados de esas cuevas. Demuestra la presencia de una bien asentada tradición musical en los tiempos en los que el ser humano estaba colonizando Europa, hace unos 35.000 años. Otras pruebas de tradición musical encontradas en Francia y Austria se remontan a hace sólo 30.000 años, es decir, unos 5000 años después.



Para hacernos una idea de la cronología recordemos que la agricultura y ganadería se desarrollaron hace sólo unos 10.000 años, las pinturas de la cueva de Altamira tienen unos 12.000 años y el sistema de cuevas de Lascaux contienen parte del arte más antiguo conocido, de entre hace 15.000 y 17.000 años, pero algunas de sus pinturas son de hace 27.000 años. En todos estos casos estamos hablando de unos seres humanos modernos, casi indistinguibles del hombre actual y con capacidad de representación simbólica.

La parte de la flauta que ha llegado al poder de los investigadores tiene una longitud de 21,8 cm y un diámetro de 8 mm. Contiene 5 agujeros para poner los dedos y así producir distintas notas. La conservación de la flauta, sobre todo su superficie, es muy buena y revela detalles sobre su construcción. Sin embargo le falta un trozo en uno de sus extremos, justo a la altura del quinto agujero.
De momento no disponen de una réplica con la que trabajar, pero una flauta de tres agujeros hallada anteriormente en proximidades de Geissenklösterle, y de la que sí hay copia moderna, produce cuatro notas, y adicionalmente otras tres según cómo se sople. Estos investigadores creen que esta de cinco agujeros tendría una gama de notas superior que sería comparable a las de flautas modernas.



Se construyó a partir del radio de un buitre leonado. Esta ave cuenta con una envergadura alar de entre 230 y 265 cm, por lo que proporciona huesos de gran longitud que son excelentes para la construcción de flautas largas. Recordemos que los huesos de las aves son huecos para así aligerar el peso y que el vuelo sea más fácil.

El hallazgo demuestra que la música jugaba un papel importante en la vida auriñecense de los habitantes de los valles Ach y Lone del suroeste de Alemania.
El contexto en el que se encuentran estas flautas indica abundancia de artefactos orgánicos y líticos, fauna que fue cazada y huesos quemados, lo que sugiere que los habitantes de estas regiones tocaban música en diversos contextos sociales. El desarrollo de una tradición musical está además acompañada del desarrollo de arte figurativo y de numerosas innovaciones que incluyen ornamentos personales, así como tecnologías líticas y orgánicas.

La presencia de la música en las vidas de la gente del Paleolítico superior no tenía un impacto significativo en la economía de subsistencia de esa gente, pero la música pudo contribuir a la mejora de la cohesión social y a nuevas formas de comunicación, lo que indirectamente contribuyó a una mejor expansión demográfica que la que tuvieron los culturalmente conservadores neandertales.

Lo que nunca sabremos serán las canciones que estos humanos tocaban en ese tiempo. Ellos eran, desde luego, como nosotros, con sus sueños, necesidades, ambiciones…

Fuente: Neofronteras

Encontrar empleo sin estudios es 18 veces más complicado que hace 30 años

Un joven sin estudios tiene 18 veces más difícil poder encontrar un trabajo que hace treinta años, según un estudio promovido por la Sindica de Greuges de Barcelona para identificar los "itinerarios" y "factores" de la exclusión social y determinar las posibles vías de prevención.

Según el trabajo elaborado por un equipo de la Universidad Pompeu Fabra, presentado hoy en rueda de prensa, la infancia y la adolescencia son las "etapas clave" para prevenir este fenómeno donde la "herencia social", motivada en ocasiones por una baja cualificación educativa de los padres, "perpetúan la exclusión".



Para realizar el trabajo -financiado por la Obra Social La Caixa- se han entrevistado a 345 personas de entre 25 y 50 años atendidas por diversas entidades sociales a quienes se consultó sobre su trayectoria para conocer las causas que les llevaron a la exclusión.

Formación, clave

El estudio señala que la falta de formación es la piedra angular de este problema. El 66% de los excluidos autóctonos no tiene ni estudios primarios. Aquí la herencia social está presente: los entrevistados hijos de padres sin formación tenían dos veces más de riesgo de no lograr una titulación académica, y cinco veces si se compara con los hijos de universitarios.

Los empleos fijos son casi inaccesibles para el colectivo sin estudios, sobre todo mujeres casadas e inmigrantes. Además cada generación ha tenido más difícil encontrar trabajo: los nacidos después de 1976 tienen 18 veces más complicado lograr empleo sin titulación que los nacidos antes de 1960.

La Síndica de Greuges de Barcelona, Pilar Malla, ha adelantado que solicitará al ayuntamiento un aumento de las políticas preventivas, y sugerirá la creación de educadores familiares que ayuden a los padres a atender a sus hijos en su propio hogar, como una atención domiciliaria más.

Para Sebastià Sarasa, autor del estudio junto a Albert Sales, los últimos datos sobre la "reválida" de Primaria, que muestran diferencias entre los centros públicos y privados y nivel económico de los padres, apunta que "el ascensor social en Cataluña se ha detenido".

Preescolarización universal

Sarasa ha incidido en la necesidad de la preescolarización universal, ya que aquellos niños que no han pasado por el sistema educativo antes de los seis años tienen un 60% de fracaso escolar.

El informe recoge además que los excluidos sociales suelen formar familia muy jóvenes y tienen un mayor porcentaje de separaciones, un factor que según Sarasa aumentará por los efectos en muchos hogares de la crisis y el desempleo, y que llevará a muchas personas a dormir en la calle, sobre todo hombres.

El estudio apunta que gran parte de los sin techo son adolescentes que se escapan de casa -y que se convierten en candidatos a volverlo hacer en su etapa adulta- y que también hay un gran porcentaje de ex presidiarios y enfermos mentales.

Aunque hay muchos inmigrantes sin techo, éstos, al igual que las mujeres, suelen saber "escapar de la calle" cuando encuentran un trabajo, mientras que en los hombres adultos autóctonos esta situación se cronifica.

Los problemas de salud continuados y las drogodependencias son otros factores que conducen a la exclusión, sobre todo en las clases bajas, mientras que el alcoholismo es un fenómeno que suele darse sobre todo en personas que llegan a vivir en la calle.

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Lo poco que parece ayudar la autoayuda

Un estudio, llevado a cabo por psicólogos canadienses y publicado en Psychological Science, da cuenta de las afirmaciones poco correctas de algunas revistas de pseudopsicología, popularmente llamadas de autoayuda, que recomienda a sus lectores que "prueben a recitar: 'Soy poderoso, soy fuerte, y nada en este mundo puede detenerme'", lo que, según este estudio, lejos de ser beneficioso, puede llegar a resultar contraproducente.

Las afirmaciones positivas sobre uno mismo hacen que las personas que ya se sienten mal con respecto a sí mismos no se sientan mejor sino peor, concluyó el estudio realizado por los psicólogos Joanne Wood y John Lee, de la Universidad de Waterloo, y Elaine Perunovic, de la Universidad de New Brunswick.



La sola repetición de un mantra positivo no levantará la autoestima de los pacientes

Para el estudio, los especialistas le pidieron a personas con baja y alta autoestima que repitieran la frase "Soy una persona querible", para luego medir los estados de ánimo y los sentimientos de los participantes. Lo que hallaron es que los individuos que comenzaron el estudio con baja autoestima se sintieron peor después de repetir esa frase.

"Creo que lo que ocurre es que cuando una persona con baja autoestima repite pensamientos positivos, probablemente tenga pensamientos contradictorios", dijo Wood a la agencia AFP. "Por lo tanto, si están diciendo 'Soy una persona querible', pueden estar pensando 'Bueno, no siempre soy querible' o 'No soy querible en este sentido' y estos pensamientos contradictorios pueden desbordar los pensamientos positivos", explicó.

A pesar de que los pensamientos positivos sí parecen efectivos cuando forman parte de una terapia más amplia, solos tienden a revertir el efecto que supuestamente tienen que tener, dijo Wood, instando a los libros, revistas y programas de TV de autoayuda a dejar de decirle a la gente que la sola repetición de un mantra positivo levantará su autoestima. "Es frustrante para la gente cuando lo intenta y no funciona", añadió.

Wood sugiere que el repetirse frases positivas provoca estados de ánimo negativos en la gente que tiene baja autoestima porque entran en conflicto con la visión que las personas tienen de sí mismas. Cuando las frases positivas chocan fuertemente con la autopercepción, no hay sólo un rechazo sino un reforzamiento de la autopercepción. La gente que se ve a sí misma como antipática o no apreciada encuentra el decir que son lo contrario tan increíble que refuerza su propia visión negativa en vez de cambiarla.

"Si has fracasado en la vida es porque tú te lo has buscado"

¿Has fracasado en la vida? Será porque no has sido lo suficientemente ambicioso. ¿No tienes dinero? Quizá se deba a que no has puesto el empeño que debías. ¿No te ocurren más que cosas malas? Probablemente se trate a que no has pensado de forma positiva, por lo que has atraído como un imán todas estas desgracias. Estas y otras ideas se encuentran popularmente extendidas gracias a obras de autoayuda entroncados en una larga tradición de literatura del bienestar. La sencilla tesis es que mantener pensamientos positivos en nuestra cabeza provocará, forzosamente, que nos ocurran cosas buenas.

“Si una persona tiene problemas, se debe a que hay algo que falla en su carácter, en su ética de trabajo o a que carecen de determinadas capacidades o habilidades”. Esa es la gran mentira de ciertas concepciones extendidas en el mundo contemporáneo actual, según la escritora y psicóloga Julie K. Norem, profesora de psicología del Wellesley College. El american way of life ha impuesto un modelo en el que la sonrisa perpetua ya no es un signo de felicidad, sino una obligación moral.

“A menudo, la gente que sufre depresión es considerada como fracasados o perdedores. Nada más lejos de la realidad”, recuerda por su parte el psiquiatra Neel Burton, autor de un gran número de libros sobre el tema. Entre ellos se encuentra The Meaning of Madness, que ha explorado detenidamente la consideración de las enfermedades mentales hoy en día, partiendo de la idea de que se califica con demasiada ligereza a aquellos que se encuentran tristes como personas deprimidas. “Si se encuentran en esa situación, es porque probablemente han intentado ir demasiado lejos o hacer demasiadas cosas. Han puesto el listón demasiado alto: son ambiciosos, sinceros y valientes”.

Aunque no hay una evidencia clara que demuestre que los optimistas distorsionan necesariamente la realidad más que los optimistas, sí es cierto que los optimistas están más inclinados a distorsionar la información que atañe a uno mismo. Esto se traduce en olvidar sistemáticamente lo malo que los demás dicen de nosotros y recordar sólo el feedback positivo, uno de los sesgos atribucionales más comunes en nuestra vida diaria que dificulta enormemente la posibilidad de enmendar nuestros errores.

En una de sus más celebres citas, Marcel Proust dejó escrito que “la felicidad es buena para el cuerpo, pero es el dolor lo que fortalece nuestras mentes”. El wishful thinking, ese pensamiento ilusorio que se basa en que ocurrirá lo que deseemos que ocurra y no en lo que tiene más probabilidades de que suceda, no nos ayudará a salvarnos de los accidentes que, como se dice popularmente, ocurren. Así que en ocasiones no está de más encontrarse preparado para la tragedia. Por lo que pueda ocurrir.


¿Los guapos ganan más dinero y consiguen mejores trabajos?

La belleza como clave del éxito

Muchas veces, ser hermoso abre puertas sin necesidad de golpearlas y depara destinos agraciados a quienes portan un rostro bonito.

Ya sea que la belleza te haya beneficiado o no, comprenderás que una buena apariencia abre puertas por doquier, no sólo ligan mejores parejas y reciben tratos más cordiales, saludos más afectuosos y mejores atenciones desde que son muy pequeños, sino que además se quedan con los mejores empleos y, claro, cobran los mayores salarios.

Además de tener a disposición todo un rubro de profesiones exclusivas a los que un feo (o un gordo) jamás podría aspirar, siquiera soñar, son los primeros que consiguen escalar en una empresa y, muchas veces, no responde a capacidades profesionales sino a su buena apariencia y a la buena imagen que la compañía en que trabaja obtendrá y mostrará. Durante una campaña electoral, son muchos los factores clave que determinan el voto de los electores. La gestión política, las promesas electorales, la afinidad con el candidato o compartir las mismas ideas que los potenciales políticos… pero se ha demostrado que los ciudadanos con escasa información política y que pasan muchas horas al día viendo la televisión votan a los candidatos en función de la presencia física que éstos tengan.




Así, podemos entender que ser bello es ser exitoso, o por lo menos una garantía de que el camino al éxito no sufrirá desvíos.

Ingrid Olson es profesora del Departamento de Psicología de la Universidad de Pensilvania e investigadora del Centro de Neurociencia Cognitiva y expresa que “Parece que los rostros atractivos ‘preparan’ nuestras mentes para hacernos más propensos a asociarlas con una emoción positiva”.

Olson, junto a Christy Marshuetz, estudian los procesos cognoscitivos que se ponen en marcha en la afirmación de que “las personas atractivas físicamente tienen ventajas y beneficios sociales y económicos sólo por ser atractivos”.

Así, explica Olson. “Las personas atractivas son mejor pagadas, son consideradas más inteligentes y recibirán mejor atención en la mayoría de las facetas de la vida. Este favoritismo, aunque pobremente comprendido, parece ser innato e intercultural. Los estudios sugieren que incluso los niños pequeños prefieren rostros atractivos”.

En el experimento que llevaron a cabo se le pidió a los participantes que identificasen fotografías juveniles de personas famosas; en la mayoría de los casos se señaló a gente hermosa, aunque no se supiese de quién se podría tratar. Ello demuestra claramente que la belleza y el éxito están enlazados como un prejuicio que todos llevamos dentro.

El resultado de estos experimentos lo vemos cada día, en la calle; la preferencia por la belleza existe en todos los planos y, claro, en el laboral también.

Y en la selección de personal la belleza cuenta. Cuenta en la primera impresión y todos, inconscientemente participamos de ello: nos preparamos para una entrevista con nuestra mejor ropa. Sabemos que vernos bien es importante antes de que nos hagan cualquier pregunta que califique nuestra aptitud y competencia.

Pero un nuevo mito se devela: Si bien las mujeres bellas consiguen puestos de trabajo con mayor facilidad, son los hombres guapos los que se ven beneficiados con un salario más importante y que acceden a puestos de mayor jerarquía.

Esta afirmación nace de un nuevo estudio realizado por dos economistas de Estados y Canadá, Daniel Hamermesh (de la Universidad de Texas) y Jeff Biddle (de la Universidad de Michigan). Ellos encontraron que “a igualdad de capacidades, el 9 por ciento de los hombres cuyo aspecto los ubica “por debajo del promedio, gana el 9 por ciento menos por hora que otros hombres más atractivos”.

Como si este dato no fuera lo suficientemente contundente, también determinaron que el 32 por ciento de los hombres clasificados como apuestos obtienen un plus salarial del 5 por ciento.

Sin embargo, todas estas cifras no están demostrando que los feos están destinados al fracaso y la pobreza, simplemente ratifican que los guapos tienen más y mejores oportunidades.

Para determinar cómo acciona la belleza en el mercado laboral, Hamermesh y Biddle analizaron un grupo más homogéneo de trabajadores: abogados graduados en la misma facultad. Las fotos fueron evaluadas por gente que no los conocía y los clasificaba por atractivo físico. Con esos datos acudieron a la planilla de ingresos de los profesionales, con sorprendentes resultados.

Los economistas descubrieron que la belleza incide directamente en la carrera de profesionales jóvenes e independientes, que son elegidos directamente por los clientes y no en aquéllos que se encuentran en una cartera de contratantes o en un cargo o función pública. De hecho, el mercado privado se encontró despoblado de abogados feos que fueron “expulsados” por el sistema de elección y contratación impuesto por los clientes.

Esto sugiere que somos todos quienes discriminamos por belleza y no sólo los empleadores. El caso es que los empleadores saben que el público discrimina y por ello prefiere contratar empleados atractivos que saben les rendirán mejores ingresos, pues, la belleza, como hemos demostrado es más productiva económicamente hablando.

Robin Dunbar, psicólogo evolutivo de la Universidad de Liverpool, analizó nada menos que 4.000 hombres polacos saludables que se habían sometido a exámenes médicos obligatorios entre 1983 y 1989 y descubrió que los hombres sin hijos eran aproximadamente tres centímetros más bajos que los que tenían al menos un hijo. En el mundo de la política, la estatura también resulta muy importante. De los 43 presidentes estadounidenses, sólo 5 tuvieron una estatura inferior al promedio:

Otro estudio publicado en la revista The Economic Record revela que los individuos más altos suelen ganar más dinero que sus compañeros de corta estatura. En concreto Andrew Leigh, principal autor del trabajo, ha estimado que en Australia medir cinco centímetros por encima de la media (1,78 metros) implica cobrar 950 dólares más al año, sobre todo en hombres. Según datos de 1980 más de la mitad de los directores de 500 empresas estadounidenses listadas en la revista Fortune medían al menos 1,83 metros.

Su investigación también revela que el índice de masa corporal (IMC) no repercute en el sueldo. “Empezamos este proyecto para averiguar si las personas con sobrepeso cobraban menos, y nos encontramos con que el dato interesante era el que relacionaba la altura, y no el peso, con el salario”, admite Leigh, que sostiene que el resultado se explica porque la altura se relaciona inconscientemente con mayor inteligencia y poder.

Sin embargo, la belleza no garantiza inteligencia ni aptitud profesional por lo que una persona que ha accedido a un empleo con mayor facilidad que otra que no ha sido agraciada con ojos claros y labios carnosos, se verá en el apuro de sostenerlo a lo largo del tiempo y para ello necesitará desarrollar cualidades profesionales que le califiquen; al fin y al cabo, las empresas y los empleadores buscan resultados y no sólo una cara bonita.

¿Por qué algunas personas tienen los ojos de color azúl?

Aparentemente, todas las personas con ojos azules deben su color a una mutación genética. Una investigación realizada por el profesor Hans Eiberg, de la Universidad de Copenhague, que se inició este campo de investigación, hace 12 años, dice que puede rastrear los ojos azules de nuevo a una mutación genética en alguna parte entre 6.000 y 10.000 años atrás.

Según Eiberg: “Originalmente, todos teníamos ojos marrones”, pero durante un período de tiempo determinado, un gen llamado OCA2, hizo que literalmente apagara la capacidad de producir ojos marrones.

Eiberg profesor fue el primero que implica la OCA2 gen como responsable de color de ojos, entre otras cosas. Desde esa implicación, en 1996, Eiberg ha trabajado duro para llegar a conclusiones como éstas.



La mutación en el gen OCA2 causa efectos en la producción de melanina, el pigmento biológico que da color a nuestro cabello, los ojos y la piel. La mutación hace que sean bajos los niveles de melanina en los ojos, creando así el popular azul.

En cambio, un ser humano sin ningún tipo de melanina en su cuerpo sería un albino.

Eiberg también ha conseguido una “mejor estimación” en la ubicación de donde se llevó a cabo esta mutación. Él cree que se originó cerca de las zonas al este o al noroeste de la región del Mar Negro. En esta ubicación agricultora hubo gran migración de la parte norte de Europa, durante el Neolítico 6.000 a 10.000 años atrás. Sin embargo, subraya con inseguridad; “Esa es mi mejor estimación”, dijo. ”Podría ser la parte norte de Afganistán.”

El descubrimiento se informó en la revista de Genética Humana, donde el profesor Eiberg dice que “Todos ellos han heredado el mismo interruptor exactamente en el mismo lugar en su ADN. De esto podemos concluir que todas las personas de ojos azules están ligados al mismo ancestro “.

Hace menos de 20.000 años, no podía hablarse de 'razas humanas', ya que entonces todavía no existían los genes que supusieron una pigmentación más clara de la piel en aquellas personas que habitaban en las latitudes más al norte. Una pigmentación que se desarrollaría con el objetivo de compensar una menor cantidad de luz solar, necesaria para la producción de Vitamina D.

Al contrario de lo que inicialmente se creía, el hecho de que la especie comenzara a asentarse en un mismo lugar durante largos periodos de tiempo, y la consecutiva generalización de la agricultura; ayudó a la aceleración del desarrollo de nuevos genes.

La etapa sedentaria suponía el riesgo de enfermedades infecciosas, así como la adopción de nuevos hábitos alimenticios; sin embargo, ambos fénomenos, lejos de afectar a la evolución, la promovieron.

El director del estudio, John Hawks, antropólogo de la University of Wisconsin-Madison, explicó: "Si no hubiera existido esa 'falta de conexión' entre el ser humano y la naturaleza, no habría habido ninguna selección. Los cambios en la alimentación o las enfermedades crean circunstancias en las que puede darse la selección natural".

Los ojos azules, así como la piel clara, son rasgos identificativos de un grupo determinado de humanos que decició establecerse en un nuevo entorno, distinto al que hasta entonces había sido el habitual. Este cambio supuso el desarrollo de nuevos genes, frutos de esa selección natural propia del proceso evolutivo. Esta pigmentación más clara permite una mayor absorción de luz solar, necesaria para vivir.

Sin embargo, el hecho de que el mismo estudio haya revelado que nadie tenía genes de ojos azules hace 10.000 años, revela otro misterio. Si la evolución de la raza se ha multiplicado de tal forma en los últimos años, podría deberse a una mayor facilidad reproductiva en aquellas personas poseedoras de ojos claros.

De hecho, Hawks habla de un 5% de ventaja; sin embargo, ¿por qué? Ésta es todavía una pregunta sin respuesta.

Fuente

¿Cómo calcular la edad de perros y gatos?

O al menos, cómo calcular la edad en términos humanos. Como cualquier otro animal doméstico, envejecen mucho mas rápido que nosotros.

Un error muy corriente es pensar que cada año “humano” que transcurre equivale a 7 años. En realidad, el envejecimiento es mucho mas rápido durante sus dos primeros años de vida.


PERROS



GATOS



Edad promedio de otras especies del reino animal:

Mamíferos

Elefante 70
Camello 50
Burro 45
Caballo 40
León 35
Ciervo 35
Toro 28
Cerdo 25
Tigre 22
Vaca 22
Buey 20
Zorro 18
Oveja 15
Cabra 15
Zorro 14
Conejo 9


Pájaros

Loro Amazonas 80
Guacamayo 50
Paloma 26
Mirlo común 18
Gallina 15

Reptiles

Tortuga de Galápagos 193
Tortuga común 123
Cocodrilo 45
Víbora Cascabel 22

Insectos

Hormiga Reina 3
Hormiga trabajadora 0.5
Abeja Reina 5
Abeja trabajadora 1

viernes, 24 de julio de 2009

Top Ten de curiosidades

Los países más limpios



Los países con mayor población



Los paises con mayor expectativa de vida



Los 10 destinos más populares de luna de miel



Los 10 países con mayor cantidad de consumidores de alcohol



Los 10 países más consumidores de chocolate



Los 10 mayores países consumidores de café



Los países con mayor número de vacas



Fuente

miércoles, 22 de julio de 2009

Si comemos lo mismo..., ¿por qué yo engordo y tú no?

Seguro que habrás oído o dicho más de una vez esta queja encubierta en una pregunta. Todos conocemos a personas que ingieren muchas calorías y no engordan mientras que otras se las ven y se las desean para perder algún kilo aún con una dieta estricta. ¿Cuál es la razón

A menudo se dice que la naturaleza es sabia. Dejando a un lado la verdad tras esa afirmación, habría que complementarla diciendo que, además, es cruel e injusta. Para esos millones de personas que tienen que seguir una dieta a rajatabla para no ganar peso, mientras ven con frustración a muchas personas delgadas dándose comilonas sin engordar un gramo, la madre naturaleza les debe parecer de todo menos equitativa e igualitaria.



Aún así, todos partimos de una misma base, conseguimos energía a través de los alimentos y todos la gastamos para que nuestro cuerpo funcione y podamos realizar actividades físicas y mentales. Sin embargo, la capacidad para almacenar y gastar energías varía de una persona a otra.

Resulta fundamental aclarar que los dos factores principales y universales que van a influir en el peso de una persona van a ser dos: La cantidad de kilocalorías (kcal.) de la dieta y el ejercicio físico. A más kcal. ingeridas y a menos ejercicio físico más propensa será la persona a guardar la energía extra que sobra en forma de grasa. La grasa es la forma más eficiente para almacenar esas kcal. que no hemos aprovechado (bien porque hemos comido en exceso o bien porque no hemos hecho suficiente ejercicio físico). De hecho, de cada gramo de grasa se libera mucha más energía que de los hidratos de carbono o de las proteínas, alrededor de 9 calorías.

Como hemos dicho, la dieta y el ejercicio van a resultar muy importantes en el peso final que tendrá un individuo pero no son, ni mucho menos, los únicos factores implicados. Todos conocemos a personas que comen como si no existiera el mañana, no hacen ni pizca de ejercicio y siguen estando muy delgadas, mientras otras personas con dietas bajas en calorías y con bastante ejercicio rebajan con mucha dificultad algunos kilos. El secreto detrás de estas situaciones tan desiguales lo encontramos detrás de los siguientes factores (aunque pueden existir todavía más que aún se desconocen):

El metabolismo basal: El mínimo consumo de energía para mantenernos vivos

El metabolismo basal es la energía que gastamos para mantener las funciones del cuerpo que nos permiten seguir con vida: La actividad del corazón, el funcionamiento de los riñones, el cerebro... Sería la cantidad de energía que gastamos en el reposo más absoluto y es independiente de la actividad física realizada.

Cada persona va a tener un metabolismo basal diferente dependiendo de algunas características. Así, por ejemplo, los hombres (al poseer un porcentaje mayor de masa muscular) van a tener un metabolismo basal ligeramente más elevado que las mujeres. También aquellas personas más altas, con mayor peso o los niños en proceso de crecimiento, tienen un metabolismo basal más elevado. De hecho, la edad va a influir bastante en este aspecto, conforme se van cumpliendo años se va perdiendo metabolismo basal. Otras situaciones especiales que pueden aumentar el metabolismo basal pueden ser la lactancia en las madres, el estrés, la aparición de alguna enfermedad o una temperatura ambiental elevada.

Estas variaciones en el consumo de kilocalorías en reposo van a determinar, hasta cierto punto, que dos personas respondan de forma diferente a una misma dieta y la misma cantidad de ejercicio físico. Y, así, una puede engordar y la otra adelgazar porque ambas necesitan una cantidad de kilocalorías diferente por un metabolismo basal distinto. Teniendo en cuenta que aproximadamente el 55-70% del gasto energético total de nuestro organismo se lo debemos al metabolismo basal (sólo un 30-45% se lo debemos al ejercicio físico y a la producción de calor) resulta muy importante tener siempre presente este factor. Sencillamente, cada persona consume una cantidad de energía diferente para mantenerse con vida. Popularmente, se dice que las personas que tienen un metabolismo basal elevado tienen un "metabolismo rápido" mientras que las personas que tienen un metabolismo basal bajo tienen un "metabolismo lento".

Genotipo ahorrador: Un riesgo en la cultura de la comida en abundancia

Cada vez que nos alimentamos, aumentamos la cantidad de glucosa (comúnmente llamado azúcar) en nuestra sangre. La elevación de esta molécula en sangre lleva a la producción de la famosa insulina. Esta hormona actúa como una llave, permitiendo que las células "abran sus puertas" a la glucosa y así entre hacia su interior y puedan digerirla para funcionar con normalidad.

Cada tejido va a tener una sensibilidad diferente al efecto de la insulina. Habrá células que sólo dejen la puerta entreabierta a la glucosa ante el efecto de la hormona, otras la abrirán de par en par (como las células musculares), mientras otras no dependen de la insulina para que la glucosa vaya hacia el interior. Las células del cerebro, por ejemplo, reciben constantemente glucosa sin depender de los efectos de la insulina.

Aunque en la mayoría de la gente las células musculares tiendan a captar con facilidad la glucosa gracias a la insulina, existen algunas personas cuyas células musculares apenas se quedan entreabiertas para captar la glucosa. En su lugar, van a ser los adipocitos los que dejen abiertas las puertas de par en par cuando la insulina hace acto de presencia pero no para la glucosa, sino para un tipo especial de grasa, los triglicéridos. Este comportamiento se debe a una serie de genes (genotipo) que determina, en mayor o menor medida, este resultado.

¿Qué quiere decir esto? Que las personas que tengan estas células musculares que responden poco a la insulina (también puede ocurrir en el hígado) van a almacenar un porcentaje mayor de grasa de los alimentos que consumen. Son "ahorradores" en el sentido de que evitan que gran cantidad de la glucosa sea utilizada por los músculos y, en su lugar, la transforman en triglicéridos para almacenarse en el tejido graso. De ahí que dos personas comiendo lo mismo, con la misma dieta y metabolismo basal, una pueda engordar más que la otra porque transforma un mayor porcentaje de lo que ingiere en grasa.

¿Qué sentido tiene el genotipo ahorrador ante una abundancia de alimentos?

Ser un genotipo ahorrador en el primer mundo es una desventaja. Ante un mínimo exceso de consumo de kilocalorías se engorda con facilidad y, con ello, aparecen otros trastornos asociados (diabetes, obesidad, hipercolesterolemia...) . Además, no sólo engordan, sino que también suelen necesitar ingerir más alimentos para saciar el apetito. Sin embargo, tienen una ventaja en el tercer mundo y en determinadas situaciones como guerras y catástrofes naturales con déficits de alimentos. Son más resistentes y sobreviven mejor a las hambrunas porque tienen facilidad para almacenar lo poco que coman en exceso.

Tenemos que tener en cuenta que somos como somos por nuestra historia evolutiva. Hace millones de años, nuestros antepasados no disfrutaban de la abundancia de alimentos que tenemos ahora (eso llegó gracias a la agricultura y la ganadería). En esa época, donde se cazaba y recolectaba para sobrevivir, no era raro que existiesen largos periodos de hambrunas en los que había muy poca cosa que llevarse a la boca. Ante ese panorama, aquellas personas que mejor pudieran almacenar la energía de los alimentos en forma de grasa para sobrevivir a posteriores hambrunas, tenían más posibilidades de sobrevivir.

Dado que los seres humanos actuales somos los descendientes de los que sobrevivieron para transmitir sus genes, es lógico que muchas personas en la actualidad tengan este rasgo. Un rasgo que supuso una gran ventaja en el pasado pero que en la actualidad es un gran problema cuando tienes cualquier alimento al alcance de la mano.

Fuente: soitu

Padres nerviosos aumentan asma de hijos

Los padres estresados pueden tener mucho que ver con el asma de sus hijos, según un equipo de investigadores.

Se ha descubierto que los hijos de padres nerviosos y que viven en áreas contaminadas tienen muchas más probabilidades de padecer asma que sus amigos del barrio.



El equipo de la Universidad de California cree que las ansiedades de los progenitores, combinadas con otros factores de riesgo, aumentan la posibilidad de que sus niños tengan asma.

Según el estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), (Actas de la Academia Nacional de Ciencias), esto puede tener una explicación biológica.

Los expertos ya han dicho que las mujeres que sufren estrés durante el embarazo tienen más probabilidades de que sus hijos sufran asma u otras alergias. Además, se sabe que el estrés multiplica los ataques de asma.

En el último estudio, los investigadores siguieron el caso de 2.497 niños saludables de entre cinco y nueve años que estudiaban en escuelas primarias de California del Sur y registraron cuáles de ellos tenían ataques de asma durante un período de tres años. El total fue de 120 alumnos.

También recogieron información sobre otros factores de riesgo para asmáticos, como la contaminación provocada por el tránsito urbano, los casos de madres fumadoras, la educación paterna y los niveles de estrés.
Mudanzas, fallecimientos, divorcios

Como se esperaba, los chicos expuestos a más aire contaminado tenían mayor riesgo de asma, pero el riesgo aumentaba si sus padres estaban estresados y describían su vida como "impredecible", "incontrolable" o directamente "insoportable".
Asma

Tabaco y estrés aumentan riesgo de asma infantil.

El hábito de fumar de la madre y el estrés de ambos progenitores representan el mismo nivel de riesgo, según el estudio.

El profesor Rob McConnel y su equipo creen que el estrés aumenta los efectos inflamatorios de las sustancias contaminantes del humo del cigarrillo y el aire sucio de la calle en las vías respiratorias.

Elaine Vickers, de la asociación Asthma UK (Asma Reino Unido) dice: "El estudio se suma a las pruebas ya existentes de que el entorno en el que vive un niño incide en su riesgo de desarrollar el asma".

"Por ejemplo, fumar durante el embarazo aumenta significativamente el riesgo del bebé de tener dificultades respiratorias y los niños cuyos padres fuman tienen 1.5 veces más probabilidades de tener asma. Por eso recomendamos enérgicamente a los padres que eviten fumar cerca de niños y jóvenes, especialmente en la casa".

Según Asthma UK, ciertos hechos perturbadores como mudanzas, nacimientos, muertes y separación de los padres aumentan hasta casi cinco veces el riesgo de los niños de sufrir ataques de asma.

Fuente: BBC

miércoles, 15 de julio de 2009

La inteligencia y el riesgo al corazón

La evidencia científica ha mostrado que entre más privilegiado el nivel socio-económico, menor el riesgo de contraer varias enfermedades, incluidas las cardiovasculares (derrames cerebrales, infartos y otros trastornos del corazón).

Ahora, una nueva investigación encontró otro factor a tener en cuenta: el coeficiente intelectual de la persona.



Según el estudio -publicado en European Heart Journal (Revista Europea del Corazón)- la inteligencia de un individuo desempeña un papel en sus posibilidades de morir a causa de estos males.

Los científicos de las universidades de Glasgow y Edimburgo, en Escocia, compararon los historiales clínicos, el nivel socio-económico, educativo y profesional de 4.289 soldados retirados (un grupo seleccionado porque ya se disponía de la información).

Descubrieron que, independientemente de los factores de riesgo conocidos -como tabaquismo, dieta pobre y falta de actividad física- y del nivel socio-económico de los participantes, aquellos con un coeficiente intelectual más alto mostraron 20% menos riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares.
Mayor intelecto, más conocimiento

La clave, creen los investigadores, es que "entre más inteligente una persona, mayor su capacidad de conocimiento y su capacidad para involucrarse en conductas saludables".

Este estudio deja en claro que lo que sucede en la mente, ya sea por influencia del mundo material o del social, tiene que ser tomado en cuenta si queremos entender de qué forma las circunstancias socioeconómicas en que vive una persona tienen una influencia en su salud y bienestar

El hallazgo, dicen los científicos, ofrece información importante para el diseño de estrategias dirigidas a atacar las desigualdades en la salud de las poblaciones.

Según los autores, entender las condiciones en las que la gente nace, crece, vive y trabaja es fundamental para combatir el problema de las desigualdades en salud.

Los resultados del estudio demuestran que quizás es hora de simplificar los mensajes de las campañas de salud pública en aspectos como dieta, ejercicio y tabaquismo. Muchos de estos mensajes, dicen los autores de la investigación, son muy complicados e incluso contradictorios y poco claros.

Y también es necesario, agregan, "establecer nuevas estrategias de salud dirigidas a mejorar los estándares de vida y de educación de las familias más desfavorecidas para que los niños de esas familias puedan potencialmente realizar cambios en su salud y bienestar más tarde en su vida".

El doctor David Batty, quien dirigió el estudio, dice que "el coeficiente intelectual no es la panacea universal, pero esta variable psicológica puede explicarnos parcialmente, junto con las variables clásicas como el tabaquismo, la hipertensión y la obesidad, las diferencias en la mortalidad por enfermedades cardiovasculares".

"Este estudio sobre funciones cognitivas deja en claro que lo que sucede en la mente, ya sea por influencia del mundo material o del social, tiene que ser tomado en cuenta si queremos entender de qué forma las circunstancias socio-económicas en que vive una persona tienen una influencia en su salud y bienestar", expresa el doctor Batty.

Fuente: BBC

lunes, 13 de julio de 2009

¿Qué sucesos nos generan más estrés?

El estrés es una de las posibles causas de muchos síntomas físicos que podemos padecer y cuyo origen no se descubre fácilmente: dolores de cabeza, de espalda y del pecho, afecciones cardiacas, arritmia, alta tensión arterial, disminución en la respuesta inmune del cuerpo, problemas digestivos y problemas del sueño.

A esto se deben añadir problemas de conducta que también pueden estar relacionados con el estrés, como comer en exceso o demasiado poco, los estallidos de ira, el abuso del alcohol o las drogas, fumar más, aislarse socialmente, llorar sin motivo aparente y, por supuesto, los conflictos en nuestras relaciones interpersonales, con familia, amigos y pareja.



Existen métodos para tratar de medir objetivamente los acontecimientos estresantes de nuestra vida, entre ellos la escala del estrés de Holmes y Rahe, que a partir de estudios con pacientes probaron que los acontecimientos vitales que consideraban estresantes coincidían de modo significativo con algunas enfermedades. Esta escala va desde acontecimientos poco estresantes como una multa de tráfico hasta los más, como la muerte de la pareja.





Incluso existe una variante para el caso de los menores de edad, es la siguiente: